IDEAS
La revolución en la producción de alimentos
En la medida que cada vez más investigaciones dan a conocer el impacto que tiene la agricultura en las emisiones de gases de efecto invernadero, surgen nuevos esfuerzos para desarrollar alternativas en la producción de alimentos.
Una de las iniciativas es el plasma frío que puede ser usado en la agricultura en forma de rayos que son emitidos en habitaciones con temperaturas controladas, según señala un interesante artículo de Sally Adee en BBC mundo.
Se trata del uso de la electricidad para producir plasma como una especie de gas ionizado que con la nueva tecnología se maneja a temperatura ambiente.
Investigadores de las Universidades de Seton Hall y Oakwood en Alabama están aplicando plasma frío a semillas en diversas formas lo que ha permitido aumentos en las cosechas del 20 al 75%, dependiendo de la planta, y, además ha mejorado su sabor.
El plasma ayuda a que las plantas crezcan más rápido y sean más resistentes a las plagas. Es como si despertara a la semilla germinada de ese letargo en que sumerge para evitar ser vulnerable. Entonces, una vez que es sembrada tiene mayor capacidad de absorber agua y tierra, y, de esa manera, crecer más rápido.
Cuando se aplica a plantas que ya han crecido, el efecto que produce es que les da más vigor. Por eso, hay tanto interés en estudiar el proceso que se sigue para entender menor la interacción entre la electricidad y las plantas.
Científicos del Laboratorio de Morfogénesis de Plantas del Imperial College de Londres buscan comprender la ciencia fundamental detrás de la intervención eléctrica de las plantas, para lo cual es necesario descubrir el mecanismo molecular de la respuesta de una planta a un campo eléctrico que incluso podría anular la manera en que la gravedad afecta el crecimiento de la misma.
Una vez que eso ocurra, como señala el artículo, el cielo puede ser el límite. Se podría cultivar árboles desde el techo o en entornos de gravedad cero.
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