Las frutas y vegetales del futuro

Los efectos del cambio climático se han convertido en la nueva urgencia de los fitomejoradores de frutas y vegetales ya que los cultivos se están viendo afectados por plagas que nunca los atacaron, por el exceso de luz o la falta de agua.
La mala noticia es que las innovaciones en nuevas variedades que puedan hacer frente a esas amenazas toman tiempo, aun cuando se trabaje con la tecnología de edición de genes moleculares y colecciones globales de semillas, según da cuenta un reciente e interesante artículo de Kim Severson en el NYT.
La buena noticia es que ya hay varias universidades y empresas dedicadas a obtener variedades de frutas y vegetales que además de ser más resistentes al calor, tienen los sabores que los consumidores quieren.
Cheery Cupid, adquirida por Bloom Fresh International ha desarrollado una variedad de cereza que requiere la tercera parte de frío que requiere la variedad comercial, lo cual la hace más resistente al verano.
Syngenta Vegetable Seeds de origen suizo ha trabajado en una nueva coliflor que tiene un tallo o tronco comestible para reducir el desperdicio y que además es menos sensible a la luz solar para que no se manche. Algo similar ha ocurrido con el repollo blanco cuya variedad requiere menos fertilizantes nitrogenados y puede tolerar mejor la sequía.
Texas A&M´s Vegetable and Fruit Improvement Center ha desarrollado un melón más seguro y que puede sobrevivir al cambio climático porque toma el agua del suelo.
Pairwise está probando nuevas variedades de mora usando tecnología de edición de genes CRISPR que puedan crecer en arbustos compactos y sin espinas, pero la tarea no es sencilla.
Phil Simon de la Universidad de Wisconsin en Madison lleva estudiando variedades de zanahorias que pueden germinar incluso en suelos salinos, lo cual es toda una innovación si se tiene en cuenta que las zanahorias no toleran la salinidad.
Greg Porter de la Universidad de Maine está a la búsqueda en sudamérica de una variedad de papa que sea tolerante al calor excesivo y a las inundaciones.
Investigadores de la Universidad de California en alianza con Eurosemillas SA, han obtenido una nueva variedad de palta denominada Luna UCR que es mucho más amigable con el medio ambiente porque requiere menos agua y suelo para crecer y que además es de una calidad tan buena como la palta Hass.
Como estos casos hay otras iniciativas que buscan soluciones para que los vegetales y las frutas puedan hacer frente al cambio climático. El gran desafío es que estas no pongan en riesgo la biodiversidad.

A estar atentos.