HISTORIAS
La meditación produce personas más felices y compasivas
La meditación se ha convertido en una práctica saludable para aliviar el estrés, la depresión y aumentar la felicidad.
Sí, la meditación es una herramienta de la salud, porque practicarla baja la frecuencia cardiaca y aumenta la cantidad de hormonas de la felicidad que producen las personas que finalmente son quienes deciden si quieren o no sentirse bien.
Casi casi toda una revolución y una revelación, que encuentra cabida en una sociedad donde los ritmos de vida cada vez tienen más distractores: las redes sociales, netflix, los smartphones que nos obligan a estar siempre conectados, entre otros.
Pero la forma en que se ha extendido el uso de la herramienta tiene que ver con el hecho de que cada vez se comprende mejor desde el punto de vista científico el entrenamiento del cerebro, antes que solo por mística. No obstante, hay quienes refieren que el efecto filósofico o religioso ayuda a la efectividad de esta disciplina mental.
Si bien hay una gran variedad de definiciones para la meditación, es posible decir que se trata de una disciplina de entrenamiento mental que nos lleva a reducir la velocidad y despertar más plenamente a nuestra vida interior.
Respecto a sus fundamentos, los que buscan darle una connotación científica apelan a su eficacia para aliviar las condiciones de estrés. Sin embargo, una reciente nota en NPR señala que la Association for Health and Research Quality ha encontrado evidencia moderada de la eficacia de la meditación consciente, por ejemplo, a la luz de la recaída de la depresión. Por su parte, los científicos señalan que los resultados no son muy distintos que los que se obtienen con los antidepresivos. Esto significa que hay que seguir investigando científicamente los beneficios de la meditación.
Asimismo, la perspectiva espiritual tampoco está ausente de debate. No hay que ser budistas para hacer meditación, aun cuando la concepción occidental de esta proviene de esta filosofía como camino espiritual. Las técnicas de mindfulness o conciencia plena se han ganado un sitio en el mundo corporativo secularizado.
Finalmente, un estudio reciente también señala que la meditación es capaz de influir sobre cuan compasivos somos en nuestra interacción con terceros.
La idea es apagar por 60 segundos, encender y seguir adelante, dice Chip Wilson de lululemon, empresa que vende ropa costosa para hacer yoga.
Quizá el único riesgo con el mindfulness es que se convierta en parte del negocio de la autoayuda y pierda lo que es su esencia: sentarse y relajarse un rato ausentandose de todo tipo de distracciones sin tener que convertirse en un monje para hacerlo.
La meditación, en suma, podría hacerte más feliz; y, además, podría incrementar la compasión en la sociedad y, por ende, mejorar la calidad de vida de las personas. Razones suficientes para practicarla, ¿no crees?
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