IDEAS
La legalización de la poligamia
El matrimonio entre personas del mismo sexo ya se ha abierto paso en muchos países alrededor del mundo. El triunfo más reciente se alcanzó con un fallo en la Corte Suprema de Estados Unidos. Para muchos, la decisión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo era bastante sencilla. Con el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos, sin embargo, si bien se ha cerrado un debate, se ha abierto otro: ¿si es que no es necesario que las personas que desean casarse sean de sexos opuestos, existe alguna necesidad de que sean dos? ¿no podrían ser tres o más?
Esta fue precisamente la argumentación que el juez supremo, John G. Roberts Jr., quien votó en contra de la decisión de la Corte Suprema, utilizó durante la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Ahora que ya ha concluido el debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, los expertos señalan que la discusión sobre la legalización de la poligamia no tardará en aparecer. En particular, afirman esto porque los argumentos utilizados por los magistrados de la Corte Suprema no se enfocaron en la orientación sexual de los contrayentes sino del “derecho fundamental a casarse”.
Por ejemplo, para el juez supremo Anthony M. Kennedy, este derecho fundamental a casarse no puede ser limitado por una definición histórica ni tampoco se debe poner en manos de los legisladores. Ese derecho, en su opinión, está más asociado con la autonomía y el derecho a la realización personal de las personas y constituye un elemento central del orden social.
Un elemento adicional que deja la puerta abierta a la discusión sobre la legalización de la poligamia es que se acepta que la presunción de que un matrimonio constituía una relación entre partes de sexos opuestos que se utilizaba hasta hace muy poco estaba equivocada. Con esta misma argumentación, en el futuro algún juez supremo también podría concluir que la presunción de que un matrimonio solo involucra a dos partes también está equivocada.
Como el debate recién empieza, cuando se plantea la noción de la legalización de la poligamia, a muchos les suena como una locura. Sin embargo, esta es la misma manera como se reaccionaba frente a la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo hace tan solo algunos años. Por ello, no debería sorprendernos que la discusión se torne seria en los siguientes años.
La lección más importante tanto respecto del matrimonio entre personas del mismo sexo como la poligamia es que debemos mantener siempre la humildad para aceptar, que una vez que decidimos cambiar una vieja institución del pasado para mejor, es probable que perdamos el control sobre otras y que esto puede hacer nuestro futuro algo más incierto.
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