PERSONAS
Roberto Saviano y el negocio de la cocaína
El escritor italiano Roberto Saviano, autor de Gomorra y de Zero Zero Zero, será uno de los invitados a la XIII Fiesta Literaria Internacional de Paraty (FLIP) en Sao Paulo, Brasil, donde participará en un panel denominado “De frente para el crimen”. El tema central del panel será la cocaína y el narcotráfico, tema que afecta a ciudades grandes como Sao Paulo, pero también a las pequeñas como Paraty, al igual que como sucede en todo el mundo, según Saviano describe en su último libro Zero Zero Zero.
En Gomorra, Saviano se atrevió a describir la vida en la Camorra, que es la versión napolitana de la famosa mafia siciliana, y la influencia excepcional que ejerce el crimen organizado sobre la vida económica y política de Italia. Como resultado de ello, Saviano ya no es más un hombre libre, vive bajo custodia permanente desde 2006 aun cuando viaja al extranjero, se mueve en autos blindados, no tiene casa fija, su familia está bajo protección de testigos y no puede tener relaciones normales como cualquier persona porque sus seres queridos y conocidos se vuelven blancos para la Camorra, para la cual está condenado a muerte para siempre.
Y es que no se quiere que le suceda lo que ocurrió con los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, quienes fueron asesinados en los noventa, luego de denunciar la complicidad de los políticos con el crimen organizado. Por ello, no es de extrañar que su último libro lo dedique a su equipo de seguridad, con quienes afirma haber pasado ya 38 mil horas juntos.
En Zero, Zero, Zero, escribe sobre el tráfico de cocaína en todo el mundo y denuncia las redes de negocio cómplice que existen alrededor del narcotráfico. Así, por ejemplo, describe el caso de Salvatore Mancuso Gómez, conocido como el Mono Mancuso, un líder y narcotraficante paramilitar colombiano, que durante un tiempo fue el segundo de los Autodefensas Unidos de Colombia (AUC). Cuando este fue apresado, se le encontró una computadora con una lista de 300 personas que había ordenado aniquilar y cuyos cuerpos llegó a incinerar en medio de la selva. El Mono Mancuso fue el primero en establecer contacto con mafias de otros países como la calabresa para la distribución de la cocaína. Otros cárteles como el de Sinaloa en México han seguido el ejemplo de Mancuso para deshacerse de los cuerpos de las víctimas que caen en la lucha por el control de las rutas de la droga hacia los Estados Unidos.
Pero, Zero Zero Zero también alza la voz contra los países consumidores y los banqueros que lavan el dinero de los capos de la droga como lo que ocurrió con el HSBC Holdings Plc que en 2012 tuvo que pagar US$ 1.9 millones de multa en los EE.UU. después de que se descubrió que el cártel de Sinaloa había lavado casi US$ 881 millones a través del mismo.
El Perú no es ajeno a esta realidad y el propio Congreso de la República tiene una Comisión Investigadora, que dirige la congresista Rosa Mavila, sobre los vínculos entre el narcotráfico y la política. En dicha comisión, actualmente se investigan los vínculos entre Gerald Oropeza, acusado de narcotráfico, con el Partido Aprista Peruano, pues sus familiares son militantes e incluso su madre postuló al Congreso en las Elecciones del 2011 en la lista de dicha agrupación. Además, destaca el caso de Nancy Obregón, ex congresista nacionalista que está presa mientras se le investiga por narcotráfico y terrorismo.
Para Saviano, el poder del crimen organizado y su influencia en los países depende de su llegada a la política, y del tipo de negocios lícitos donde se involucra. Por ello, toda la sociedad debe rechazar, condenar y sancionar que se infiltre en los espacios de decisión del país. Lamentablemente esto es muy difícil, especialmente considerando los grandes beneficios económicos que se pueden obtener con este negocio ilegal: según Saviano, si una persona hubiera invertido 1,000 euros en acciones de Apple a inicios de 2012, hoy tendría 1,670. Si, en lugar de eso, hubiera invertido en el negocio de la cocaína, habría podido acumular 182,000 euros.
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