HISTORIAS
El Petrobrás de Nigeria
Hacia fines del mes pasado, el Presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, decidió disolver el directorio de la Nigerian National Petroleum Corporation, la empresa estatal de petróleo de Nigeria que al mismo tiempo es la más grande de la economía.
Esto, por supuesto, no es ninguna sorpresa.
Por un lado, las acusaciones de corrupción y malos manejos en la empresa estatal petrolera nigeriana existen desde hace ya varios años. Según el ex-jefe del Banco Central de Nigeria, en los últimos años del gobierno del antecesor de Buhari, Goodluck John, hasta USD 1,000 millones mensuales de los ingresos de petróleo desaparecían y no llegaban finalmente a las arcas del gobierno. De hecho un informe de auditoría realizado por encargo del Goodluck John, encontró que hata la mitad de los ingresos por la venta de petróleo nunca llegaban a las arcas fiscales.
Por otro lado, erradicar la corrupción en dicha empresa fue una de las principales promesas de campaña que le permitireron a Buhary convertirse en el primer opositor en sacar del gobierno a un candidato presidente que buscaba la reelección.
Nigeria es el país con la mayor producción de petróleo del mundo: diariamente produce 1.9 milloens de barriles. Esta importante producción es la que financia hasta dos tercios del presupuesto del país. Lamentablemente, recientemente, las pérdidas ocasionadas por los malos manejos y la corrupción le han costado a la empresa miles de millones de dólares. A esto hay que añadir el colapso de los precios del petróleo que se ubicaron en USD 100 por barril entre 2010 y 2014 y hoy se ubica por debajo de los USD 60 por barril. Como resultado de ello, el gobierno tiene una deuda de corto plazo de alrededor de USD 20 miles de millones.
Es más fácil hablar de erradicar la corrupción que efectivamente hacerlo. Quizás ya se haya dado cuenta de esto el presidente Buhari. Sin embargo, sea cual sea el resultado final, Buhari tiene el mérito de haberle hecho frente a la corrupción en la industria petrolera nigeriana, probablemente una de las redes de fraude y corrupción más grandes del mundo. Por el momento ha optado por manejar los asuntos de la industria petrolera nigeriana desde la oficina del Presidente. No obstante, la conveniencia de esto es bastante debatible, precisamente porque se trata de una industria especializada que requiere ser manejada por expertos y porque como solución no es viable añadirle una función más a la oficina del Presidente por cada entidad en la que exista corrupción en el país.
El reciente escándalo de Petrobrás en Brasil, que no solo se circunscribe a la esfera pública sino que se extiende a la privada, así como lo acontecido en Nigeria, resaltan la necesidad de contar con políticas de transparencia que permita que la sociedad civil y los distintos poderes del Estado sean capaces de supervisar la gestión de los recursos públicos.
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