TENDENCIAS
El boom de la comida al paso
Comprar comida en un carrito al paso no es una moda de ahora, lo que ha sucedido es que se ha extendido globalmente como práctica comun a distintos segmentos de la población y ahora está presente en las zonas menos esperadas, pero bajo nuevos y coloridos formatos.
Su origen siempre estuvo relacionado con la clase obrera. Así lo dicen los registros de los carritos que vendían pescado y papas envueltos en papel en Londres por la década de los cuarenta. Posteriormente, se convirtió en una opción de comida rápida también para los trabajadores de las oficinas, los estudiantes, los ejecutivos y luego los turistas.
Bajo conceptos distintos que van desde los burritos en los EE.UU, las croquetas en Japón, las quesadillas o tacos en México, las salchichas con chucrut en Alemania, el cebiche o la chanfainita en el Perú, hasta formatos que ofrecen comida fusión en camiones o furgonetas en los barrios más sofisticados de los EE.UU. y Reino Unido, hoy la Street Food es un movimiento global.
Las calles se convierten en escenario donde los camiones llegan a realizar todo un despliegue de variedad de comidas donde los consumidores acuden pueden saciar su hambre con una gran variedad de platillos para todos los gustos y bolsillos. La mayor ventaja es el precio porque no se tienen que pagar los impuestos y propinas que exigen los restaurantes y puede resultar una experiencia divertida, además de deliciosa.
Cada vez los carritos tiene mayores aplicaciones tecnológicas que permiten ofrecer distintos tipos de servicios y, los camiones ofrecen mayores posibilidades de espacio que permiten organizar hasta buffets en plena acera. Además, los costos de operar una de estas alternativas son menores para jóvenes emprendedores que quieren probar suerte con su propuesta y no tienen los recursos necesarios para instalar un restaurante.
Asimismo, así como ha variado la oferta de platos de la comida al paso, también ha cambiado el perfil del consumidor que ahora es más amplio. Y es que la demanda se ha diversificado gracias al incremento del turismo que ha encontrado menos costosas y más divertidas las opciones de comida al paso.
Esta corriente también se ha visto reflejada en las ferias de franquicias donde hoy se ofrecen una amplia oferta de negocios bajo este concepto en la modalidad móvil, esto es, con carritos o camiones con la oferta más diversa e inimaginable que combina comida fusión con tradicional.
Lo curioso es que este movimiento de comida al paso no tiene vocación de exclusividad para los seres humanos, sino que también están surgiendo opciones de comida para animales domésticos, como ha ocurrido en Suecia, donde hay oferta de comida ecologógica al paso para animales.
El Perú no es ajeno a esta práctica, aunque todavía no está tan extendida a nivel de todos los segmentos. Sin embargo, no hay que descartar que en el futuro cercano, los trabajadores de las oficinas de las zonas empresariales puedan encontrar en sus calles camiones autorizados para ofrecer comida al paso divertida, variada y más accesible para sus bolsillos. Las municipalidades deberían ya ponerse a pensar cómo compatibilizar esta nueva tendencia que podría beneficiar a los consumidores con el orden y la limpieza que desean mantener en su distrito.
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