HISTORIAS
Receta para ser un héroe
¿Ha sido alguna vez testigo de algún episodio de discriminación, abuso o acoso?¿Ha presenciado alguna vez algún asalto o quizás una emergencia médica? Si su respuesta es sí. ¿Qué actitud tomó? ¿Optó por ayudar? ¿O prefirió mirar hacia otro lado y no asumir ningún rol para “no meterse en problemas”?
La historia del neoyorquino Wesley Autrey, conocido como "el samaritano del metro" es tan sorprendente como esperanzadora para el resto de la humanidad. En un día cualquiera, mientras esperaba el metro para llevar a casa a sus dos pequeñas hijas de 4 y 6 años, se dió cuenta que un hombre de unos 20 años de edad que como él esperaba el metro comenzó a tener convulsiones. Como resultado de ellas, cayó al suelo primero y luego, al tratar de incorporarse cuando ya parecía haberse recuperado, cayó en la vía por donde circulan los trenes. El tren estaba a punto de entrar en la estación así que Autrey tuvo que tomar una decisión en una fracción de segundos.
¿Qué habría hecho Usted si presenciara este hecho en la estación de tren, tuviera 50 años y tuviera bajo su cuidado a dos niñas de 4 y 6 años? Autrey tomó la decisión de saltar a la vía y como se dio cuenta que no podría cargarlo y sacarlo de la vía a tiempo, optó por abrazarlo y apretar su cuerpo en un canal de drenaje muy pequeño. El tren trató de frenar pero no pudo hacerlo a tiempo. La estación de metro era un loquerío. A los pocos minutos, un equipo de rescate los liberó. El jóven aparentemente había sufrido un ataque y se recuperó muy pronto. Autrey se rehusó a recibir atención médica y fue a trabajar esa noche.
Tras esta hazaña, Autrey se convirtió en una celebridad: la revista Time lo ubicó en la lista de uno de los hombre más influyentes del año y fue invitado especial durante uno de los discursos del Estado de la Unión del presidente de Estados Unidos, de quien recibió una felicitación.
Las preguntas de cómo podemos tener más personas como Autrey en nuestras sociedades o cómo surge el altruismo y cómo se puede promover su práctica en las sociedades son materia de estudio de una variedad de disciplinas.
Los neurocientíficos señalan que los seres humanos estamos diseñados para cooperar pero no pueden explicar entonces por qué tanta codicia y abuso en las sociedades. Los filósofos, por su parte, señalan que el altruismo emergerá cuando las personas se den cuenta que la “selección natural” de la que hablaba Darwin no implicaba que los seres humanos deban competir individualmente unos contra otros, sino que planteaba el reto de supervivencia para las tribus y sociedades como grupos. Las sociedades que prevalecarán serían aquellas en en las que más miembros se comporten con patriotismo, fidelidad, obediencia, valor y compasión; y aquellas donde los miembros sean capaces de ayudarse unos a otros o sacrificar algo del interés individual por alcanzar un bien colectivo.El debate sobre este tema está lejos de acabar. Sin embargo, la existencia de historias como la de Wesley Autrey es esperanzadora. Y quizás la receta para tener más altruismo en nuestra sociedad no la tengan los neurocientíficos ni los filósofos sino el mismo Autrey: cuando le preguntan por qué hizo lo que hizo, suele responder: “No lo sé, yo solo hice lo correcto”. Quizás esa sea la receta.
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