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La facilidad para adquirir armas y los suicidios
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por investigadores del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health en Estados Unidos, existe una correlación entre la dificultad para conseguir armas de fuego y una menor tasa de suicidios. El artículo publicado en la revista Preventive Medicine evaluó las políticas de los estados de Connecticut y Missouri mediante datos correspondientes al periodo 1981-2012.
En el año de 1995, Connecticut estableció una ley según la cual aquel que deseara adquirir un arma debía someterse a una revisión de antecedentes y participar en una capacitación de seguridad por ocho horas. Por otro lado, Missouri tuvo una ley similar hasta 2007, año en que la derogó. De acuerdo con el estudio, la tasa de suicidio por armas de fuego cayó 15.4% en Connecticut en un periodo de cinco años, mientras que se elevó 16.1% en Missouri.
Estimar el efecto de una ley es complicado debido a que el entorno es influenciado por muchos otros factores al mismo tiempo. La tasa de suicidios puede ser influenciada por diversos eventos, los cuales son muy difíciles de aislar. Por ello, los investigadores compararon la variación de las tasas de suicidios entre un grupo de estados que no cambiaron sus leyes de permiso para adquirir armas y los estados que sí las cambiaron (Connecticut y Missouri).
En Estados Unidos, la mayoría de muertes por armas de fuego corresponden a suicidios. De acuerdo con Vox, en 2013 hubo 33,636 muertes por armas de fuego en dicho país, de las cuales los suicidios constituyeron cerca de las dos terceras partes. Por otro lado, más de la mitad de los suicidios en Estados Unidos ocurrieron a través de un arma de fuego.
Hacer más difícil el acceso a las armas del fuego puede reducir el número de muertes de suicidas que optan por dispararse con una de ellas. Popularmente se cree que un suicida siempre buscará otra alternativa para matarse si es que su primera opción está fuera de su alcance. Sin embargo, cualquier acción que sirva para salvar vidas es bienvenida, en especial si se toma en cuenta que alrededor del 90% de suicidas fallidos no lo vuelve a intentar.
Estudios realizados en otros países, tales como Australia e Israel, han demostrado que hay una mayor frecuencia de suicidas en aquellos países que cuentan con más armas. El suicidio es un gran problema de salud pública en Estados Unidos y representa la décima causa de muerte en el país. Una forma de reducir la cantidad de suicidios es, definitivamente, hacer que conseguir armas sea más difícil.
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