NÚMEROS
El alto costo de no tomar vacaciones
Ya sabemos que existe una relación directa entre vacaciones y productividad. Muchas empresas buscan maximizar el número de horas trabajadas, ya sea extendiendo la jornada diaria o privando de vacaciones a sus colaboradores. Sin embargo, contra lo que se cree comúnmente, incrementar el número de horas trabajadas no mejora la productividad. Al fin y al cabo, si consideramos que la productividad es un ratio, incrementar el denominador es solo una forma de mejorar el resultado.
Si las empresas enviaran a sus colaboradores de vacaciones cuando les corresponde, obtendrían una serie de beneficios que incluyen no solo la productividad de la empresa sino su sostenibilidad en el tiempo. Existen diversos motivos por los cuales los empleados no toman vacaciones, incluyendo compromisos laborales y rutinas agitadas. Al margen de estos compromisos, si la empresa priva de vacaciones y retiene a sus colaboradores, o estos deciden no tomarlas, esta privación tiene efectos sobre el cuerpo, la mente y el mismo trabajo, los mismos que son detallados en un artículo en Quartz:
1. Impacto sobre el cuerpo
Diversos estudios han demostrado que aquellas personas que no toman vacaciones presentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Un estudio realizado entre mujeres, publicado en 1991 en el American Journal of Epidemiology, reveló que aquellas que tomaron vacaciones con una frecuencia igual o menor a una vez cada seis años presentaban cerca del doble de riesgo de tener ataques cardiacos o problemas fatales del corazón que aquellas que tomaron vacaciones al menos dos veces al año. Asimismo, un artículo publicado en 2012 en la misma revista especializada mostró que una jornada diaria de 10 a más horas incrementaba el riesgo de cardiopatía coronaria en 80%, para ambos géneros. De acuerdo con los investigadores, la correlación podría ser explicada en parte por problemas de salud relacionados con una mayor exposición a estrés psicológico.
2. Impacto sobre la mente
Las largas horas de trabajo colocan presión sobre la salud mental de los trabajadores, mientras que el descanso de las vacaciones la restaura. De acuerdo con un estudio, las personas que trabajan más de 11 horas al día tienen el doble de probabilidad de tener un episodio depresivo, incluso sin antecedentes, que aquellos que trabajan de 7 a 8 horas al día. Otro estudio ha encontrado que aquellos que toman vacaciones pueden mejorar la salud mental de aquellos que los rodean: existe una ligera pero significativa relación entre la mayor cantidad de personas que toman vacaciones y la menor venta de antidepresivos.
2. Impacto sobre el trabajo
Como ya mencionamos, el desempeño de un colaborador puede verse beneficiado tras descansar la mente fuera del trabajo. De acuerdo con un estudio, aquellos cuya mente divaga por un tiempo son capaces de presentar soluciones más creativas ante un problema. Por otro lado, tener que soportar largas y pesadas horas de trabajo tiene el efecto contrario. Otro estudio mostró que aquellos que trabajan 55 horas a la semana presentan una función cognitiva inferior, incluyendo pobre vocabulario y razonamiento, en comparación con la semana estándar de 40 horas.
Desde luego, no todos los tipos de vacaciones presentan los mismos tipos de beneficios para los colaboradores. Por ejemplo, aquellas que involucran adquirir nuevas habilidades son más efectivas para reducir el cansancio tras el inicio del receso. Si bien la sensación de bienestar se disipa al reincorporarse a las actividades tras unas vacaciones reparadoras, el efecto a largo plazo es beneficioso. Por lo contrario, una vacación llena de frustraciones y conflictos restará energía y productividad.
Publicar un comentario