IDEAS
Dile adiós al micromanagement
¿Eres tú un microgestor? En el mundo contemporáneo de los negocios, la microgestión (micromanagement en inglés) es uno de los términos menos halagadores para describir un estilo de gestión. La microgestión tiene una connotación negativa, y está asociada con bajos niveles de involucramiento del personal con su trabajo y sus productos, baja productividad, excesiva necesidad de control, quisquillosidad, extrema atención a detalles innecesarios y, en general, una experiencia de trabajo desagradable. De acuerdo con un artículo en SmartBlog on Leadership, los microgestores se enfocan en:
- El cómo. Los microgestores quieren imponer cómo se debe hacer una tarea.
- Directiva: Los microgestores tienden a dar instrucciones y decretos.
- Procedimientos: Los microgestores se preocupan excesivamente por regulaciones, procesos y otros temas administrativos.
- Monitoreo: Los microgestores dominan el seguimiento, y siempre se aseguran de que los compromisos han sido honrados.
- Cumplimiento: Los microgestores se aseguran de que los procesos han sido seguidos y los resultados han sido entregados.
- Gestión de información: Los microgestores reciben y canalizan la información hacia donde esta es requerida.
A nadie debería agradarle ser calificado como microgestor. Si no quieres ser considerado un microgestor, ¿cuál es la alternativa? En lugar de ello, deberíamos aspirar a ser macrogestores. La macrogestión (macromanagement en inglés) vendría a ser una forma alternativa de gestión de los empleados y otras personas en la empresa, la cual se basa en honrar a las personas de acuerdo con lo que son y lo que saben, generando al mismo tiempo compromisos con el trabajo y resultados sostenibles. A diferencia de los microgestores, los macrogestores se enfocan en:
- El qué. A los macrogestores les importa más el producto final o lo que se va a entregar.
- Dirección: Los macrogestores tienden a determinar el destino o dirección y dejan a otros encontrar la manera de llegar.
- Posibilidades: Los macrogestores se enfocan en oportunidades y en crear una visión convincente del futuro.
- Mentoring: Los macrogestores enfocan su energía en ayudar a otros a crecer y desarrollarse para alcanzar su máximo potencial.
- Compromiso: Los macrogestores aprovechan el compromiso y garantizan una fuente sostenible de energía, ideas y una profunda conexión con la misión de la organización.
- Colaboración: Los macrogestores fomentan la creación de redes y conexiones entre los miembros del equipo para servir a la organización como un todo.
Si eres un microgestor y deseas dejar de serlo, el artículo mencionado brinda estas recomendaciones:
1. Internaliza el panorama general. Frecuentemente los gerentes terminan realizando microgestión porque no son conscientes del big picture. Para ser macrogestor, debes conocer la posición estratégica de tu empresa.
2. Conoce tu público. Lo que se conoce como microgestión podría ser apropiado para determinadas tareas, tales como una cirugía cerebral. Los gerentes deben flexibilizar su estilo y respuestas según las necesidades de aquellos que les reportan.
3. Desarrolla tu habilidad de observación. Monitorea lo que es importante, es decir, aquellas métricas e indicadores que más se relacionan con el éxito.
4. Solicita retroalimentación. La observación es una herramienta poderosa para los gerentes y líderes, así como lo es la conversación. No trates de adivinar lo que la otra persona está pensando o sintiendo.
Publicar un comentario