HISTORIAS
Así funciona una ciudad sin agua
A fines de setiembre, el Fort Bragg City Council en California, una ciudad de poco más de 7 mil habitantes, declaró el Stage 3 Water Emergency que significa que se deben implementar medidas adicionales para el ahorro del líquido elemento. Entre todas las medidas que establecieron destacan: que los vecinos deben asegurarse de que sus conexiones de agua están funcionando bien y no tengan ninguna fuga; que queda prohibido regar jardines, lavar superficies exteriores, y lavar vehículos; y que se obliga a que todos los restaurantes utilicen platos y vasos descartables, entre otros.
El Director de Infraestructura Pública de la ciudad, Tom Varga, señala que la medida obedece a la necesidad de preservar el agua a la luz de la falta de lluvias. Este se trata de un caso en que la necesidad (en este caso de agua) se convierte en madre de todas las innovaciones posibles.
Los primeros en reaccionar han sido los restaurantes que cuestionan la imposibilidad de usar cubiertos de plástico para determinado tipo de platos como las carnes, o el incremento que tendrán de gasto como consecuencia de recurrir a estos utensilios descartables. Por ello, esperan que el Consejo de la Ciudad de marcha atrás, respecto a la medida que los involucra.
Como en otro tipo de ocasiones similares, incluso se cuestiona la idoneidad de la declaratoria de emergencia de grado 3, cuando estaban en la etapa 1. Sin embargo, todo indica que las autoridades tienen la razón porque el agua del río Noyo, que abastece el 40% del agua de la ciudad, está viniendo demasiado salada por las bajas corrientes fluviales.
Lo que todavía no se sabe es cuáles serán las sanciones para quienes incumplan con estas medidas.
Por lo pronto, los medios de comunicación bromean sobre lo que será tomarse uno de los vinos pinot noir más caros de la región en un vaso de plástico o comerse un espectacular filet mignon con tenedor y cuchillo también de plástico.
A los que todavía no se ha escuchado es a los ambientalistas que cuando menos plantearán que con toda la mayor basura que se va a generar, se debe exigir que usen todo biodegradable. Cuando eso ocurra probablemente las voces de los restaurantes nuevamente se alzarán por los costos adicionales que deberán asumir.
Si bien no se sabe por cuánto tiempo durará la medida, California un estado de un país desarrollado, está mostrando al mundo la forma en que los ciudadanos deben cambiar sus estilos de vida a causa de la sequía. Al igual que en una película de ficción, eso es lo que tendrá que vivir el mundo si no tomamos acciones para preservar el agua y no nos damos cuenta que si hay algo que es un derecho humano, es el acceso al agua.
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