IDEAS
Cuidado: el racismo se contagia
Un equipo de investigadores de las universidades de Harvard, Princeton y la Universidad de Caifornia encontró que nos podemos volver racistas simplemente mirando la interacción entre dos personas en la que una discrimina a las otra. Esa es la mala noticia. La buena es que este efecto también opera en la dirección inversa. Es decir, cuando una persona observa una interacción positiva entre dos personas con diferencias raciales, entonces es más probable que asuma esta forma de comportamiento.
El experimento que realizaron los investigadores consistió en producir dos videos distintos, presentárselos a los participantes del estudio que eran predominantemente de raza blanca; y finalmente, someterlos a un test para evaluar sus actitudes hacia las personas de distinta raza.
En el primer video, una persona de raza blanca mostraba un comportamiento no verbal claramente en contra de la persona de raza negra que también participaba en el video. En el segundo video, la persona de raza blanca mostraba un comportamiento no verbal muy positivo hacia la persona de raza negra.
Los resultados fueron sorprendentes: los participantes que vieron el primer video registraron una actitud más negativa hacia las personas de raza negra que los que vieron el segundo video. Por ejemplo, quienes vieron el primer video expresaron un mayor interés en entablar una amistad con la persona de raza negra que aparecía en el video que quienes vieron el segundo video.
Los investigadores concluyeron que las expresiones no verbales de discriminación tienen un impacto que va mucho más allá del que se genera sobre el discriminador y el discriminado, pues también afecta a quienes observan la interacción entre estos. Es decir, la noción de que el racismo puede ser tóxico es más literal que simplemente retórica.
Los resultados de este estudio , publicado en mayo pasado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes, son muy relevantes para un país como Perú donde la discriminación racial la podemos observar en todas partes incluso dentro del hogar. Por ello es que resulta tan importante el ejemplo que se le da a los hijos en cuanto al trato de personas de distinta raza o condición social, así como los esfuerzos que realizan las empresas por mostrar que promueven la diversidad en lugar de penalizarla tanto en sus procesos de contrataciones de personal como en sus esfuerzos publicitarios. El hecho de que el sesgo racial se pueda revertir, tal como lo señala el presente estudio, es una excelente noticia para los peruanos.
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