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¿Qué hacer con la telemedicina?
El cuidado de la salud se ha convertido en uno de los temas más importantes para la sociedad, especialmente en los últimos años. Cada vez más personas se preocupan de adquirir seguros médicos que les permitan tratarse contra cualquier enfermedad y recibir atención ante un accidente.
Sin embargo, otras personas prefieren ser atendidas desde la comodidad de sus casas. Para ellas existe la telemedicina. Esta modalidad consiste en la atención de pacientes a la distancia a través de videollamadas o consultas telefónicas. Si bien se trata de una gran opción para tratar a personas que no se pueden transportar a centros médicos, no se le está dando un uso apropiado, afirma Wired en su artículo “Telemedicine Could Be Great, if People Stopped Using It Like Uber”.
La telemedicina fue creada, en parte, para poder atender a pacientes ubicados en zonas rurales o ancianos que no pueden transportarse a centros médicos y como una forma de reducir costos. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra que las personas están haciendo uso de la telemedicina no como reemplazo de la atención médica clásica, sino como un adicional. Lejos de reducir los costos de los sistemas de salud públicos y privados, esto estaría elevándolos más de lo esperado.
El estudio afirma que, de las 2943 personas aseguradas por CalPERS Blue Shield que sufrieron infecciones respiratorias en 2012, dos tercios recibieron atención médica presencial, mientras que el otro tercio recurrió a Teladoc, empresa que brinda servicio de telemedicina. Los investigadores de RAND, banco de ideas a cargo del estudio, encontró que la mayoría de estos pacientes no dejaron de visitar a un médico en los últimos 18 meses. A largo plazo, Teladoc registró un incremento de USD 45 por paciente.
El problema detrás de la telemedicina, más allá del incremento de los costos, es que no hay un sistema estandarizado detrás de esta que permita mantener un registro de los pacientes. Para brindar una correcta atención médica, los doctores necesitan contar con el historial médico de sus pacientes y la telemedicina, como se aplica actualmente, no permite esto.
Por otro lado, los usuarios de este servicio no recurren a él de manera rutinaria como se debería hacer con un sistema de salud cualquiera. En cambio, la telemedicina se ha convertido en una herramienta de conveniencia, es decir, las personas recurren a ella solo cuando se les presenta una emergencia médica. Esto también hace que sea más difícil mantener un récord actualizado de la salud de las personas.
Cabe resaltar que la telemedicina puede ser realmente positiva si se educa a las personas en su uso y se la integra a un sistema de salud más amplio. Para ello, es necesario que se cree un sistema estructurado que permita a los profesionales de la salud atender incluso a los pacientes que se encuentran en las zonas más alejadas.
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