El futuro económico de los países andinos

Existen razones para no mirar el futuro con tanto optimismo en Perú: la economía no va bien y la situación política tampoco es de las mejores. Peor aún, en este contexto, los políticos cada vez siguen buscando más la forma de evitar la alternancia, ya sea a través de modificaciones constitucionales como a través de la promoción activa de candidatos vinculados al régimen actual. Por ejemplo, es probable que Evo Morales consiga aprobar un cambio en la Constitución de 2009 que le permitiría postular nuevamente a la presidencia y mantenerse en el poder hasta el 2025. En Ecuador, Rafael Correa ha anunciado que desea plantear reformas constitucionales para poder posturar nuevamente a la presidencia en 2017. Sin embargo, la oposición parece estar decidida a impedirlo. 

En el plano económico, los resultados serán bastante modestos en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y no debería sorprendernos que en 2017 todavía las mejoras que sea perciban no sean lo buenas que se esperarían. 

Sin embargo, el país más afectado no será Perú sino que será Ecuador, no solo porque se trata de un país altamente dependiente de la exportación de petróleo sino porque, al estar su economía dolarizada, solo tiene a la política fiscal como instrumento de ajuste. La intensidad de el fenómeno El Niño podría deprimir aún más a la economía ecuatoriana en 2016.

Colombia también tendrá un año difícil, aunque no tanto como el de Ecuador. En el lado positivo, los avances que ha realizado el país en materia de pacificación con las FARC permitirán comenzar a atraer inversión extranjera en 2016. Sin embargo, el impulso de la inversión extranjera no se reflejará en las cifras económicas de 2016 sino en la de años futuros.

En Perú, las tasas de crecimiento no serán tan bajas como las de otros países de la región, a pesar de las dudas que existen sobre el crecimiento potencial del país en el largo plazo y la incertidumbre política que mantendrá a la inversión privada poco dinámica. Perú, como ya sabemos, también será afectado por el fenómento El Niño, especialmente en lo que se refiere a la actividad agrícola.

Finalmente, Bolivia, será la economía que más crecerá en 2016, en gran medida porque al ser una economía relativamente más cerrada e informal que la del resto de los países andinos, no está tan expuesta a los efectos del menor crecimiento mundial y del comercio internacional.