La industria del colchón se reinventa

En Estados Unidos, un grupo de empresas parece estar decidida a tomar por asalto el mercado de colchones que, según estimados recientes, factura anualmente USD 14 mil millones y está dominado por unos pocos proveedores tradicionales.
El punto débil que están explotando empresas como Eve, Casper, Leesa o Keetsa es el mismo que se está aprovechando en otras industrias como la financiera: existen demasiados poco competidores que ostentan una posición muy cómoda y que operan de manera muy poco eficiente.

Para las nuevas startups de la industria del colchón, la tecnología con la que operan los proveedores tradicionales tienen mucha espuma. Por ello, su oferta de valor se concentra en los siguientes tres atributos:

• Menú de opciones limitados. A diferencia de los proveedores tradicionales que ofrecen cientos de distintos tipos y modelos de colchones, los nuevos competidores del mercado ofrecen un menú de opciones limitado. ¿Por qué? Porque han llegado a la conclusión de que existe un número pequeño de colchones (que pueden llegar a ser 1 o 2) que son los que el 95% de personas necesita. 
• Venta online. A diferencia de los proveedores tradicionales que invierten grandes cantidades de dinero en montar showrooms enormes, los nuevos competidores del mercado o no los tienen o tienen muy pocos. ¿Por qué? Porque apuestan por la venta online con una plataforma de interacción con los clientes amigable y eficiente; y con una política de devoluciones ante insatisfacciones con el producto (en un período de hasta 100 noches).
• Logística de bajo costo. A diferencia de los proveedores tradicionales que todavía te llevan el colchón en una pieza en camiones enormes y que requieren hasta tres personas para hacer una entrega, los nuevos competidores del mercado aprovechan el material de los colchones que comercializan (que predominantemente están hechos de memory foam) para empacarlos en cajas del tamaño de un frigobar que pueden ser entregadas de manera más rápida, eficiente y barata a la puerta de tu casa. 

Como resultado de lo anterior, los colchones se llegan a vender entre USD 600 y USD 700. Los modelos más caros se venden en alrededor USD 1,000. Esta cifra es bastante baja comparada con los más de USD 2,000 que puede llegar un colchón de los proveedores tradicionales.  ¿Te animarías a comprar un colchón por Internet?