¿Te gusta el café? ¿Sientes que mejora tu memoria y tu capacidad de aprendizaje? Si tu respuesta es sí, quizás te sorprenda saber que lo mismo les pasa a las abejas. Sí, a las abejas.
Margaret Couvillon de la Universidad de Sussex y estudiosa del comportamiento de las abejas, decidió investigar cómo la cafeína afectaba su comportamiento. Los resultados de su trabajo fueron publicados en el journal Current Biology.
El trabajo de Couvillon y sus colegas consistió en entrenar a dos grupos de abejas a ir a dos diferentes alimentadores. Ambos estaban llenos del mismo néctar, con la única diferencia de que uno tenía cafeína, en las mismas cantidades que se suelen presentar en las flores. Vale la pena mencionar que aproximadamente 55% de las plantas producen néctar con cafeína.
Los resultados fueron sorprendentes: las abejas mostraron un gusto por la cafeína muy similar al de trabajador. Las abejas que visitaron el alimentador lleno de néctar con cafeína lo hicieron con más frecuencia y lealtad, al punto que persistieron en sus visitas incluso cuando el néctar ya se había acabado. Este tipo de lealtad es similar al que muchos consumidores de café tienen con cadenas como Starbucks.
Sin embargo, este gusto, que las abejas comunicaban a sus pares la calidad del néctar con cafeína moviendo el abdómen en lo que se conoce como “la danza de la abeja”, no tenía mayor impacto ni sobre la calidad de la nutrición ni sobre el desempeño de las abejas. El néctar con cafeína no les daba más que una pequeña chispa que se devanecía pronto. En realidad, las abejas sobreestimaban la calidad nutricional del néctar con cafeína. ¿Quizás como nosotros sobreestimamos el efecto del café?
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