Ocho puntos para entender a tu gerente

¿Cómo saber si tu gerente es un bully o si simplemente es exigente? Identificar el bullying en el lugar de trabajo no es un asunto fácil, como bien sabe Andrew Faas, autor de "The Bully's Trap: Bullying in the Workplace". Se trata de un tema en el cual está involucrado mucha subjetividad, ya que algunos gerentes consideran que son más demandantes que el resto y gustan de retar a sus empleados. De hecho, según un artículo publicado en Business Insider, Faas ha recibido críticas de algunos gerentes, quienes piensan que concientizar al público sobre el bullying laboral hará más difícil su labor por el miedo de ser catalogados como bullies.

Muchos gerentes intentan defender su “estilo de liderazgo”, aduciendo que son apasionados y no buscan hacer daño. Sin embargo, una cosa es no buscar hacer daño y otra cosa es efectivamente hacer daño. Precisamente para Faas una señal de la existencia de bullying por parte del gerente es la intención de destruir. Por otro lado, el autor considera que un gerente exigente o demandante no debería tener miedo de realizar acciones con la intención de ayudar al empleado o corregir una deficiencia en lugar de destruirlo, tales como establecer metas altas, hacer responsable al empleado y realizar seguimiento de una forma directa. Para Faas, las diferencias entre un gerente exigente y un gerente bully se pueden resumir en estos ocho puntos:

1. Un gerente exigente disciplina, un gerente bully destruye. Si la amenaza de un despido se usa para fines distintos a mejorar el desempeño o corregir comportamientos, puede ser considerada bullying, especialmente si se hace de forma pública.

2. Un gerente exigente advierte, un gerente bully acosa. Si un gerente plantea metas irracionales y no provee de apoyo a sus empleados para lograrlas, y encima los acosa y fastidia para que lo hagan, ese gerente no es sino un explotador y un bully.

3. Un gerente exigente es un coach, un gerente bully es un humillador. Hay una gran diferencia entre ser un coach y un bully. Si un gerente suele hacer notar todo lo que su empleado hace mal delante de sus compañeros sin mencionar sus logros o alguna recomendación de mejora, entonces ese gerente es un bully.

4. Un gerente exigente promueve la competencia saludable, un gerente bully incita a la competencia malsana. Una competencia saludable es caracterizada porque el personal involucrado desea hacer bien la tarea, divertirse y aprender en el camino. Por otro lado, una competencia malsana se caracteriza porque los bandos solo se enfocan en ganar y desean derrotar a los demás, por ejemplo, cuando luchan por obtener la aprobación del gerente.

5. Un gerente exigente menciona consecuencias, un gerente bully hace amenazas. Un gerente exigente solo está siendo claro cuando menciona las consecuencias buenas y malas de una acción. Un gerente bully explica las consecuencias en un tono amenazante.

6. Un gerente exigente bromea, un gerente bully se burla. Ninguna broma puede justificar el bullying. Es aceptable realizar bromas entre compañeros hasta que se emplea comentarios ofensivos repetidamente para humillar o ridiculizar. Es preferible burlarse de uno mismo o hacer bromas apropiadas para un ambiente laboral.

7. Un gerente exigente hace responsable a alguien, un gerente bully busca venganza. Amenazar a alguien con represalias por sus palabras o acciones es una forma de bullying.

8. Un gerente exigente construye paciencia, un gerente bully hace novatadas. Pareciera que algunos gerentes no han podido dejar atrás la universidad. Algunos gerentes permiten a sus empleados hacer novatadas a un trabajador nuevo como una forma de iniciarlo en la compañía. Si estas novatadas involucran insultos racistas u homofóbicos, o si se obliga a las víctimas a realizar actos repugnantes, entonces estamos ante bullying.