Cuida tu vida y no trabajes tantas horas

Nadie en su sano juicio querría sufrir un accidente cerebrovascular. En un artículo anterior hemos visto una forma relativamente sencilla para proteger tu cerebro ante la ocurrencia de un derrame: aprende un idioma distinto a tu lengua materna, tal como el quechua, el chino mandarín, el francés o incluso el inglés. Desde luego, la dificultad que tengas para aprender el idioma escogido determinará cuán sencillo o complicado este camino es para ti. Hay otra alternativa para proteger a tu cerebro y a tu corazón que probablemente atente contra la cultura corporativa predominante: trabajar menos horas.

La civilización humana está llena de contradicciones. Sabemos que trabajar demasiadas horas, sea por convicción propia o por imposición de la dirección, no tiene un impacto positivo sobre la productividad que se supone que la organización está buscando. Aun sabiendo esto, en estos tiempos modernos, un horario de trabajo que va mucho más allá de las 40 horas de trabajo a la semana (u 8 horas al día) es la regla más que la excepción, y ahora se habla incluso de un horario de 55 horas a la semana. Lo peor de todo es que está demostrado que este horario de trabajo extendido nos está haciendo daño e incluso matando.

Según un artículo publicado en The Lancet, aquellas personas que trabajan en una jornada extendida presentan mayor riesgo de sufrir derrames y problemas del corazón, y el riesgo es mayor a medida que permanecen más horas en el trabajo. De acuerdo con los resultados del estudio, realizado en tres continentes, aquellos trabajadores que permanecen en sus centros laborales más de 55 horas a la semana presentan un riesgo 33% mayor de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que trabajan en un horario de 35 a 40 horas a la semana. Asimismo, estos trabajadores con el horario extendido presentan un riesgo 13% mayor de sufrir enfermedades coronarias. Si bien los investigadores no han afirmado una relación causal, sus resultados muestran que hay una relación entre largas horas de trabajo y derrames, y la relación es más fuerte a medida que las horas aumentan.

De acuerdo con el artículo, la muerte súbita producto del trabajo en exceso es por lo general producto de un derrame, y se cree que esto se debe a la continua activación de la respuesta al estrés. Asimismo, la inactividad física está relacionada con trabajar más horas de lo normal y por ende con un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares. Por otro lado, los empleados que trabajan largas horas son más propensos a beber alcohol irresponsablemente, lo cual también está relacionado con los derrames.