NÚMEROS
La revolución en el mercado de las hojas de afeitar
Hay mercados en donde las innovaciones de los gigantes del sector, han venido desde el lado del marketing antes que del producto mismo. Lo sensacional es que durante muchos años ha funcionado y ha permitido que empresas como Gillette (70% del mercado global), Schick en EE.UU. o Wilkinson Sword en Reino Unido, hayan seguido ofreciendo casi el mismo producto con algunas variantes a nivel de número de hojas, pero cada vez a mayores precios.
Lo que probablemente no esperaban es que de golpe, en los últimos años surgieran nuevos modelos de negocio con estrategias de innovación distintas y a precios mucho más bajos que las hojas tradicionales.
Y es que todo parece indicar que las empresas se acostumbraron a una demanda poco sofisticada sobre las hojas de afeitar, a la que presuntamente atarantaron con diseños de mangos y colores que hacían parecer que se trataba de una nueva tecnología aunque fuese en la práctica casi el mismo producto con más o menos hojas, pero eso sí, cada vez más costosos, tal como señala Jonathan Margolis en el Financial Times.
Hasta que ocurrió lo que tenía que pasar, hace dos años un joven estadounidense llamado Andy Katz-Mayfield, identificó una oportunidad de negocio en este mercado y se unió a un amigo de su época universitaria, Jeff Raider, para construir una compañía de USD 1.2 mil millones, Warby Parker que produce las hojas de afeitar Harry que mayoritariamente se comercializan online.
El concepto de las cuchillas Harry es sencillo, miraron a la competencia y buscaron hacer algo mejor, en versión de cinco hojas, sobria como para gente adulta y sin ningún tipo de estrategia comercial que ofrezca algo que no es. Eso sí, a un precio mucho más barato que el del líder del mercado (casi la mitad) y usando una inteligente promoción en medios.
Lo interesante es que esta iniciativa coincide con otras como la de Dollar Shave Club en California, Cornerstone en Reino Unido, u Oscar en Australia que si bien aún no hacen mella en la cuota de mercado mundial, no hay que descartar que en algún momento lo hagan.
Otro aspecto que hay que destacar en lo que ha ocurrido es que si bien los precios de las hojas de afeitar siempre han ido al alza, eso no fue nunca un problema real para los consumidores, lo que ha ocurrido es que los clientes actuales de Harry sienten que han estado pagando extra innecesariamente por algo que no era lo aparentemente distinto que se les decía. Por eso, Raider ofrece que sus cuchillas seguirán mejorando pero sin que eso afecte el precio final.
Este caso pone en evidencia que aún en segmentos donde parece que el líder está seguro, tiene una abrumadora cuota de mercado y aparentemente no hay espacio para innovar, no solo es posible desarrollar nuevas formas de negocio, sino innovar sin que eso afecte al precio final de los productos.
Publicar un comentario