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El que llora pierde

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Producir cada uno de los comerciales que duran entre 3 y 5 minutos cuesta aproximadamente USD 300 mil.
07 de enero de 2016
Red star
Por qué es importante
Thanonchai Sornsriwichai ha creado un nuevo género para hacer comerciales que tiene que ver más con probar emociones.

Thanonchai Sornsriwichai de 47 años es un nombre que hay que recordar, aunque resulte difícil escribirlo, pero si lo logras hacer, puedes asegurarte una sesión de llanto gratuito al visualizar todos sus comerciales en Youtube. Además, la calidad de su producción ya ha sido reconocida por premios de distintos tipos, entre los cuales está Cannes.

Si bien alguno de estos comerciales ya habían caído en nuestras manos, o más bien, en nuestros buzones o los hemos visto en Facebook, la selección que hace James Hookway en Wall Street Journal es genial, y totalmente recomendable. Eso sí las apuestas están en marcha y estamos seguros que perderá si cree que no llorará.

Unsung Hero, para Thai Life Insurance

Giving, para Thai phone company

The Silence of Love, para Thai Life Insurance

What do you want to say to your mother? , para la cadena Bar BQ Plaza

Hay quienes dicen que se arrepienten de haber dado el clic para abrir los mensajes con los comerciales porque todos terminan llorando, lo cual no es malo comercialmente hablando.

Incluso hay quienes retan a los seguidores y hacen apuestas en Asia, Europa y los EE.UU. para visualizar sus anuncios y desafiar a los seguidores para ver si se llora o no. Obviamente, quien llora pierde. Algunos casos son el de Ty Ellis conocido en Youtube como  Deadlox o James. 

Ya desde el punto de vista de la técnica que usa, la mayoría de sus comerciales no tienen nada que ver directamente con la empresa que publicita, sino más bien indirectamente y se apela a lo que el drama del spot plantea para que los espectadores se conmuevan con el mensaje y asocien la marca con valores positivos para crear un estado de ánimo favorable con la marca.

La producción de este género de comerciales no es barata porque son una especie de películas cortas de 3 a 5 minutos que cuestan aproximadamente USD 300 mil y hoy día forman parte importante del mercado de publicidad en Tailandia.

La inspiración de Thanonchai proviene del día a día en las calles, de lo que ve, de lo que observa sobre la forma en que las personas interactúan. Ahora está buscando diversificar sobre el género a partir de escenarios de la vida real, con el fin de acercarse, al menos en la locación, al concepto de los negocios que publicita.

Así que estás advertido, sino quieres llorar, no abras los link, pero también es verdad que nos gustaría que lo hagas porque todos los comerciales están muy buenos y recibirás a cambio lo que dice Thanonchai: emociones.