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Primera mujer en una de las presidencias de Caterpillar

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Denise Johnson estuvo 22 años en General Motors antes de pasar a Caterpillar.
19 de enero de 2016
Red star
Por qué es importante
Se presume que la gente formada en la industria del automóvil tienen mayores habilidades para aplicar métodos de fabricación más eficientes.

En el siglo XXI, todavía es noticias que una mujer haya sido designada como  la ejecutiva principal de una gran empresa o corporación, porque todavía luchamos por reducir las brechas que existen entre hombres y mujeres no solo en participación sino también salariales.

Llama mucho más la atención cuando esta participación es en empresas que están asociadas a industrias pesadas. Tal es el caso de Caterpillar Inc., dedicada a la fabricación de equipos de construcción y minería, motores de gas natural, turbinas de gas industriales y de locomotoras, tecnología para la construcción, entre otras.

Caterpillar Inc. acaba de anunciar la designación de Denise Johnson de 49 años como presidente del grupo de industrias de recursos que tendrá a su cargo la división de equipo minero a partir del 1 de abril de 2016. Johnson reemplazará a Ed Rapp de 58 que dejó el cargo luego de haber sido diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica.

Esta división se ha visto afectada por la caída de los precios de las materias primas y en 2015 tuvieron que cerrar varias plantas con el fin de recortar gastos, pero ahora quieren buscar eficiencias para operar con la capacidad suficiente para cuando se produzca la recuperación.

Johnson tiene 4 años en la empresa, a donde llegó luego de pasar 22 años en General Motors, tiene una maestría en ingeniería mecánica y de negocios en el MIT y desempeñaba el cargo de vicepresidente de la división de manejo de materiales. Ahora es la primera mujer en alcanzar el nivel de presidenta de una de las cinco presidencias del grupo.

Todo un logro en una empresa considerada machista donde solo la quinta parte de ejecutivos y un sexto de los directores son mujeres. No obstante, su designación no tiene nada que ver con una visión de género más igualitaria, sino con la necesidad de reclutar ejecutivos que provengan de la industria del automóvil donde la competencia es tan grande que los cuadros han desarrollado habilidades para aplicar métodos de fabricación y gestión eficientes.

Sin duda una buena noticia, aunque hay que hacer votos para que hacia futuro sea tan normal y frecuente este tipo de nombramientos que dejen de hacer noticia. Esto podrá ser posible en la medida que se dejen de lado paradigmas que han impedido durante mucho tiempo que las mujeres se involucren en el quehacer de industrias consideradas duras y solo para hombres.