HISTORIAS
El mejor café del mundo, pero nadie lo sabe
El café italiano ha sido conocido durante años como uno de los mejores del mundo. Según sugiere un artículo de The Economist, “Not so espresso”, probablemente incluso la cultura del café provenga de Italia. Sin embargo, ser el lugar de origen de la preparación del mejor café no sirve de nada si es que sólo lo saben unas pocas personas. Esto es exactamente el caso de los italianos.
The Economist señala que si bien la cultura y el buen café son característicos de Italia, el éxito del café no les pertenece a ellos. Y es que el café y su cultura eran exclusivos de Italia hasta que una empresa norteamericana la popularizó globalmente. Esta empresa es Starbucks, cuyo dueño se inspiró en los cafés milaneses al momento de crear la marca que conocemos hoy en día. Ahora la empresa da sus primeros pasos en la ciudad que le dio la idea para su creación.
Algo similar ocurrió con la máquina para hacer espresso. Esta fue inventada por un italiano y posteriormente popularizada por Nestlé, que es una marca suiza. El lanzamiento del Nespresso cambió el mercado para siempre.
Ambos casos, dejarían molesto a cualquiera. Tener el poder de la innovación, crear conceptos tan buenos sin poder propagar lo creado no sirve de mucho. Es por esto que Italia está tratando de tomar el mercado de vuelta, o al menos, meterse en este lo más que pueda.
Para comenzar, las grandes firmas de café italiano han duplicado sus exportaciones de café negro en la última década, y ahora venden en promedio 3.2 millones de sacos de 60 kg, lo que les ha permitido crecer en su cuota de mercado global de 6.7% a 8.9%.
Además de esto, Lavazza, la compañía más grande de café italiano, ha comprado Douwe Egberts’ Carte Noire, valorizada en USD 870 millones, convirtiéndose así en la cabeza del mercado francés. Además, la marca Illy caffe ha empezado a abrir tiendas en distintas ciudades, como Seúl y San Francisco.
Sin embargo, aún con todos estos esfuerzos unidos, Jeffrey Young, líder de una consultora, duda que sea suficiente. Esto se debe a que el mercado de café es uno muy competitivo y consolidado. El simple hecho de que el café italiano sea excelente ya no basta para que los consumidores se sientan atraídos hacia este.
Por ello, las empresas se están refugiando en el arte y ciencia de hacer café para manteners su valor diferencial. Esto significa utilizar métodos complicados y mejores para moler el café, enfocarse en la calidad y temperatura del agua, en fin, factores de este tipo.
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