PERSONAS
Negocios riesgosos en Hong Kong
Para cualquiera es casi imposible pensar que una pequeña librería puede ser considerada un negocio riesgoso en algún lugar del mundo. Más extraño resulta que unos libreros vayan presos por vender libros.
Sin embargo, luego que cinco libreros desaparecieran de Hong Kong y que uno –Lee Bo-reapareciera bajo custodia policial ha puesto el ojo en la mira en la posibilidad de que estos hechos tengan que ver con un atropello a la libertad de expresión, en tanto los negocios de estos empresarios vendían libros que estaban prohibidos en China continental.
Paul Tang, un empresario de este país que vive en Hong Kong y es dueño de la Librería del Pueblo (La comuna del Pueblo traducido literalmente), ofrece según el cartel a la entrada, tres servicios: internet, café y libros. Sin embargo, todo parece indicar que debería empezar a preocuparse por los libros que vende porque podría pasarle lo mismo que a sus colegas.
Tal como se explica en una nota de NPR titulada The Hong Kong Bookseller Who's Keeping 'Banned' Books On His Shelves, Tang vendía libros que no tenían materia política, pero luego también empezó a ofrecer libros que trataban de intrigas políticas y escándalos sexuales. Esto no sería un problema en un país donde existe libertad de expresión, pero no en China continental donde nadie puede hacerlo sin correr riesgos.
Sin embargo, Tang que se considera un defensor de la libertad de expresión, no va a proceder como lo están haciendo otros libreros que han empezado a quitar de sus repisas los libros que podrían considerarse controvertidos para el gobierno chino, aun a pesar de que en Hong Kong deberían sentirse seguros.
Lo ocurrido con los otros empresarios ha puesto en alerta a todos los medios de comunicación que tienen la mirada puesta en la Librería del Pueblo de Tang. No obstante, este se muestra tranquilo y confiado en que su negocio es tan pequeño que poco debería importarle al gobierno chino, además, la selección de libros que ofrece también se venden en otros lugares.
La historia de este librero irreverente con un sistema de gobierno, puede resultar lejana para muchos, pero en realidad tiene un gran significado porque resulta incomprensible que en pleno siglo XXI, se quiera negar el derecho a leer a cualquier autor y sobre cualquier tema. Además, es reconfortante saber que pese al riesgo que representa hoy en día su trabajo, el pequeño negocio de Tang esté dispuesto a seguir haciendo lo que cree que es correcto.
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