IDEAS
Estrategia para leer más libros en menos tiempo
Tener el hábito de leer libros es cada vez más escaso. Mucha gente se está acostumbrando a enterarse en 44 caracteres de lo que pasa en el mundo y casi les resulta insufrible dedicar una hora a leer algunos capítulos de un libro.
¿Es falta de tiempo o de ganas? Para Peter Bregman, sobre cuya historia, publicó Quartz recientemente una nota, lo que más bien ocurre es que les falta una estrategia.
Bregman dice haber encontrado una fórmula para que la gente pueda leer más libros sin poner como excusa que le falta tiempo. En su caso particular, ahora lee 10 veces más libros y cada uno le toma la cuarta parte de lo que le tomaba leerlo de la forma convencional.
No se trata de un método de lectura veloz, sino de una verdadera estrategia que se basa en no leer todo el libro, sino saber leer parte de él, tomando notas en el camino sobre los aspectos más importantes.
Tal como reconoce, el método fue creado con la ayuda del finado Michael Jiménez, un profesor de historia de América Latina, y parte de la premisa que todos los autores anticipan el argumento, el cuerpo y muchas veces hasta el desenlace en la introducción.
Siendo eso, casi general en la mayoría de los casos, su estrategia comprende cinco pasos:
- Leer algo sobre el autor, ayuda a ubicar por qué ha escrito el libro.
- Revisar el título, el subtítulo, y el índice para saber cuál es el contenido y qué capítulos llaman la atención.
- La introducción y la conclusión son obligatorias.
- Los capítulos tienen que ser descremados, hay que leer sus títulos, las primeras páginas, entender la relación con los otros, y tratar de advertir el flujo de cada uno.
- Volver al índice para revisar si se nos ha pasado algo.
Según Bregman, tener esta estrategia, permite encontrar un tiempo y lugar para leer y disfrutar de un modo particular la obra de varios autores. Además, de acuerdo a su experiencia, suele retener más el argumento de los textos que lee cuando usa esta estrategia que cuando lee el libro por completo.
Para quienes hemos disfrutado de la lectura de textos completos resulta difícil imaginar que se pueda disfrutar un buen libro solo leyendo como sugiere Bregman. Dándole el beneficio de la duda, quizá la clave sea que se trate de textos más bien técnicos donde no es importante disfrutar el detalle de las historias sino solo captar las ideas principales.
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