Aperitivo a cambio de golpe

En una inusual estrategia para presuntamente disciplinar, ordenar o enseñar a niños de inicial, una guardería de Kentucky en los EE.UU. forzaba a sus alumnos a recibir un golpe con una regla solo para recibir un aperitivo.

Se trataba de una suerte de juego que ellos mismos denominaron como “Smack for a snack” (un golpe por un aperitivo), que fue creado como un juego por parte de los trabajadores del centro educativo y que consiste en que “el profesor dice que si quieres un yogurt, tienes que pararte y hacer una fila para ser golpeado en la mano o en la pierna”, según han revelado diversos niños.

La queja de una madre de familia porque su hijo tenía heridas por los golpes, ha obligado a intervenir a la Office of Inspector General y el Kentucky Cabinet for Health and Family Services, la cual abrió una investigación a la guardería New Creation Child Care, ubicada en Lexington, Kentucky, en los EE.UU.

La investigación recogida por el Washington Post en el artículo ‘Smack for a snack’: A day-care center’s game for hungry children, muestra a dos menores de edad con moretones en las piernas así como recopila testimonios que confirman el abuso realizado. Por ello, las autoridades decidieron colocar al centro educativo bajo sanciones que determinan un mayor monitoreo. De esta manera, la Division of Regulated Child Care se encarga ahora de vigilar la guardería para asegurarse de que cumpla con el acuerdo de las sanciones.

La directora de la guardería, en su defensa, manifestó que le informaron que los niños solo habían estado jugando con reglas. Sin embargo, el reporte de la investigación encontró que un trabajador ciertamente había golpeado a los niños, el mismo que confesó haber golpeado a los niños con una regla, pero solo como un juego. Cuando se le interrogó por el número de niños afectados, afirmó que “definitivamente a más de veinte niños, pero que no todos fueron golpeados”.

Los niños también fueron parte de la investigación, expresando que fueron forzados a jugar. Un niño de siete años manifestó: “A veces nos golpeaban en la pierna y a veces en la mano. Cualquiera que quisiera un bocadillo era golpeado; eso dolía”. Otro menor de nueve años dijo que “incluso no quería un aperitivo, pero él me golpeó de igual manera”.

Esta guardería también cuenta con otras severas violaciones, como albergar más niños por trabajador de lo que está permitido, así como no llevar un seguimiento de la entrada y salida de los menores.

Todo un desafío para la lógica y razonabilidad, aprovecharse del hambre de los niños para golpearlos.