PERSONAS
Alemania envía a casa a los refugiados económicos
La plata mueve al mundo dice una frase anónima pero que seguro que has escuchado a lo largo de tu vida. Esta hace referencia al mundo capitalista en el que vivimos. En este, precisamente, es el capital el que mueve los mercados, países, negocios y finalmente a las personas.
En el ámbito de la crisis de los refugiados, la frase encuentra un nuevo significado: dar plata para que literalmente se regresen a sus países de origen.
Como se sabe, Alemania, se había convertido en un imán para los refugiados sirios, desde que la canciller, Ángela Merkel, se mostrara a favor de estos y hasta llegara a anunciar que las puertas de ese país no se cerrarían para aquellas personas que huían de la guerra. Si bien el discurso fue bien recibido y hasta elogiado a lo largo del mundo, el asunto es que al interior de Alemania empezó a generar un problema político para la Canciller, aun cuando desde un principio quedó claro que los refugiados económicos no accederían al asilo.
De acuerdo al artículo “Germany learns how to send back migrants: pay them” de The Washington Post, sobre el que se inspira esta nota, Alemania tiene un aproximado de 770.000 peticiones de asilo. Sin embargo, las autoridades afirman que al menos la mitad de estas serán rechazadas, lo cual significa que tienen que encontrar qué hacer con las personas que no podrán quedarse.
Por suerte, dicho país pretende ser muy cuidadoso sobre la forma en que debe actuar, y está buscando una forma pacífica para lograr que se vuelvan a sus países.
Para ello, han ingeniado un esquema de pago para que regresen a su país (algunos, dice el artículo, lo ven más como un soborno). Sin embargo, no se trata sencillamente de un simple “Aquí tienes (insertar cantidad de plata), ahí está la frontera, esperamos que haya disfrutado su visita por tierras alemanas”.
Se trata de la entrega de una cantidad considerable de dinero para invertir en armar un pequeño negocio. Así es como ha ocurrido con Lauand Sadek, el cual llegó a Alemania desde Irak. El hombre no sabía hablar absolutamente nada de alemán, haciendo semi-imposible su participación en la industria. En vez de invertir más dinero en “germanizar” a los refugiados, Alemania ha optado por darles plata para que regresen a su país y puedan iniciar una nueva vida con ese dinero.
Ojalá otros países tengan el mismo cuidado que está teniendo Alemania con las personas a las que se les rechazará los pedidos de asilo.
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