La crisis migratoria en Europa ha obligado a muchos gobiernos a realizar campañas que buscan evitar el avance de la xenofobia y el racismo, o los pedidos de deportaciones masivas. Todos saben que detrás de esa migración hay guerras civiles en África, crisis en los países de los Balcanes y conflictos en Oriente Medio, lo cual augura que las razones del incremento de migración no cambiarán en el corto plazo. Para Europa, por su parte, la inmigración puede ser parte de la solución al envejecimiento de su población.
Sin embargo, además de los desafíos económicos que significa para los países europeos el masivo ingreso de refugiados, existen más barreras que superar como la cultural. Por ejemplo, en lo relacionado con la igualdad de género y la libertad sexual.
La mayoría de los países europeos que están recibiendo a los migrantes cuentan con la mejor infraestructura y sistemas de salud como para hacer frente al incremento de la demanda de atención. No obstante, con lo que no contaban era con que muchas de las personas que llegan como refugiados tienen posiciones bastante distintas respecto a la vida sexual y a las diferencias de género .
Por eso, es interesante advertir la forma en que un país desarrollado como Finlandia está enfrentando el proceso de informar a los más de 15 mil solicitantes de estatus de refugiado que han llegado a ese país, que existen diferencias culturales en cuanto a las relaciones sexuales y a los derechos que tienen las mujeres.
A diferencia de muchos de los países de donde provienen los refugiados, en Finlandia no es delito que una mujer tenga sexo sin estar casada, ni tampoco que lo tenga con distintos hombres. Además, las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres en la sociedad.
Para transmitir estos conceptos, el Servicio Migratorio está usando los medios de comunicación con el fin de informar sobre la legislación relacionada con la salud sexual y los derechos de las mujeres, a fin de que no existan problemas de interpretación entre lo que es una relación sexual consentida y lo que puede considerarse acoso sexual. Igualmente se informa sobre la posibilidad de que las mujeres se divorcien o sobre el reconocimiento de la homosexualidad.
De acuerdo con los responsables de los centros de acogida de refugiados, la mayoría de migrantes, pero sobre todo las mujeres, empiezan a abrir los ojos cuando se les cuentan cómo son las leyes en Finlandia, y finalmente quedan fascinadas con la información que se les brinda.
Es imposible pensar que como resultado de este proceso de integración no se produzca un cambio social. El desafío de los europeos es verlo como una oportunidad y el de los migrantes como un proceso al que deberán adaptarse que tiene muchas ventajas. ¿Qué piensas tú?
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