HISTORIAS
Los ratones y su relación con el ser humano
Si se hiciera una encuesta en estos momentos preguntando a qué personas les gusta encontrar ratones en su casa y a quiénes no, probablemente el resultado esté desproporcionadamente inclinado hacia el “no”. Esto se debe a que estas pequeñas criaturas aparecen sin avisar, asustan a los miembros del hogar; suelen tener enfermedades y; atacan las provisiones de alimentos.
Pero, contrario a lo que muchos podrían pensar, la presencia de estos roedores no es algo reciente. Aparentemente, un nuevo estudio ha encontrado que los ratones han seguido a los seres humanos desde antes que la agricultura se volviera popular, afirma el artículo de ZME Science, titulado “Wherever humans go, mice go too — since forever”, sobre el que se inspira esta nota.
Un factor obvio de los seres humanos es que impactan enormemente el lugar donde se asientan. Desde que sus antepasados empezaron a ser sedentarios se quedaban el tiempo suficiente en un lugar cómo para afectar sus recursos y geografía. Al parecer, los ratones fueron los primeros animales –mucho antes que perros y gatos- en darse cuenta de los beneficios de estar cerca de un hogar humano. Los ratones se aprovechaban de los recursos generados por los humanos.
Pero, los primeros ratones no fueron los de hogar que se conocen y odian hoy en día. En primera instancia, investigadores han encontrado que había otra especie de ratón con cola más pequeña (Mus macedonicus). El ratón de casa común, que es el que invade los hogares de los seres humanos (Mus musculus domesticus), se vio envuelto en una batalla de siglos para poder desplazar a su contrincante de la codiciada ubicación.
Algo interesante es que, en ese tiempo, el ratón no era una plaga. Según investigadores, el roedor se beneficiaba del ser humano, pero este era neutral y no se veía perjudicado por su presencia. Es recién con la formación de las primeras ciudades que el ser humano empieza a perjudicarse por la presencia de los ratones, convirtiéndolos en una de las plagas más conocidas y odiadas por la humanidad actualmente.
El descubrimiento resulta interesante, ya que enseña que la relación de los seres humanos con los ratones es mucho más antigua de lo que se puede pensar; y, además, que no siempre fue una relación negativa. Sin embargo, por más interesante que sea el descubrimiento, es poco probable que afecte a la percepción de la inmensa mayoría de personas, las cuales, probablemente, seguirán tratando de cazar a estos roedores apenas lo vean asomarse en la cocina.
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