IDEAS
Las secuelas de las granjas de langostinos
Todos quienes han comido las distintas variedades de langostinos que existen en el mundo y les ha gustado saben que se trata de un plato delicioso y, a veces, bastante caro y exclusivo. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de donde provienen y cómo es la vida de quienes los cultivan?
El artículo “The Bangladesh shrimp farmers facing life on edge” de The Guardian, sobre el que se basa esta nota, se ocupa de la vida de los productores de langostinos en Bangladesh y llama la atención sobre lo dramática de su vida.
El granjero Sheikh Zillur Rahman dice tener problemas en la piel y en el estómago y dice que es el agua en la que cultivan los langostinos la que tiene la culpa de los males que lo aquejan. Sin embargo, Bangladesh, el lugar donde vive es una tierra llena de ríos que descienden del Himalaya y a nadie se le ocurriría que podría surgir ahí una crisis en el agua.
Sin embargo, Rahman cree que es el agua en la que cultivan los langostinos. La razón para llegar a esta conclusión es que para cultivar estos langostinos, el agua debe estar extremadamente salada. Esto trae varios problemas. La sal se acumula en la tierra y se mete por debajo de esta, haciendo imposible el cultivo de cualquier otra cosa en tierra firme. Rahman dice que no puede cosechar vegetales y por lo tanto no puede darse el lujo de tener ganado u otras cosas.
La industria de langostinos se volvió una necesidad en Bangladesh luego de una serie de desastres. Sin embargo, esta misma es la responsable que la crisis de agua se torne peor. Sin embargo, debido a que es uno de los negocios que más plata da a los granjeros estos continúan haciéndolo y el negocio se expande. Esto hace que la zona se haya convertido en un solo de agua salada y hace que la sal se expanda por el territorio. Como consecuencia de esto, la flora y fauna se ha visto devastada y donde antes se hallaban 10 tipos de peces, hoy se encuentran solo dos tipos, dice el profesor Dilip Datta de la Universidad de Khulna.
Esto también está afectando a los niños, quienes crecen con una deficiencia permanente de vitaminas. Debido a todo esto, el gobierno ha iniciado una campaña para reducir el riesgo al cultivar langostinos. La idea es promover las mejores y más sanas buenas prácticas para cultivarlo en las que el daño sea mínimo.
Esperemos que estas medidas puedan cambiar el panorama de Bangladesh ya que el cultivo de langostinos está afectando la tierra de forma rápida y violenta.
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