El perfil de consumidores de snacks

Los consumidores de snacks, contra lo que uno pudiera pensar, no tienen un perfil mayoritario definido. Está creciendo en todos los segmentos de edades.

La principal razón que justifica esta circunstancia, según Samantha Bomkamp, de Chicago Tribune sobre cuyas reflexiones se basa esta nota,  es que casi todas las personas se ven obligadas a comer entre comidas y los snacks se han convertido en una opción atractiva a tener en cuenta, aunque no siempre la más saludable.

A los más jóvenes, y sobre todo al grupo de los millennials, les interesa mucho que sea algo que vale la pena compartir en Instagram; luego están los del siguiente grupo de más de 30 años que buscan reemplazar alguna comida porque no tienen tiempo de ir de compras, pero tampoco quieren comer de comida chatarra. A estos dos grupos le siguen los mayores de 40 años y los jubilados de más de 65 que también consumen snacks. En el primer caso, con los colegas de trabajo, y en el segundo porque pierde las ganas de prepararse una cena como Dios manda.

Cualquiera sea el caso del consumidor de snacks, lo que no se puede negar es que ese mercado está creciendo y que la industria alimentaria está tratando de hacer frente a las necesidades de la demanda, con algunas de estas estrategias:

Las porciones individuales o el concepto de los mini. Hay una apuesta generalizada en ofrecer alternativas en tamaños mini o individuales para que las personas sientan que consumen menos, pero también para que consuman aquello que les gustaría y conocen, pero que siempre viene en envases grandes.

Lo que sirve para la dieta, pero también para nutrirse mejor. ¿Por qué restringir las propuestas a quienes hacen dieta? El mercado ha crecido tanto entre los que viven experimentando con dietas para ponerse en forma y quienes quieren comer mejor y más saludable.

Lo original antes que lo convencional. ¿Por qué quedarse en lo básico como en una pieza de fruta, o algunos frutos secos, si se puede tener más variedad con cereales que salen de máquinas en porciones individuales, si hay barritas o batidos que se pueden llevar a todas partes, o los frutos secos pueden combinarse con fruta deshidratada.

La variedad no tiene que venir solo de la industria de la alimentación. Los fabricantes de productos nutracéuticos, o fórmulas para niños y adultos, también se están arriesgando a mirar este segmento para desarrollar productos para adultos que no quieren conformarse con papas fritas.