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La industria del azúcar cuestiona al FDA de Estados Unidos

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ESTADOS UNIDOS HA SEÑALADO QUE NO CONTEMPLA ABRIR MÁS EL MERCADO DE AZÚCAR DEL PAÍS EN EL MARCO DEL ACUERDO TRANS-PACÍFICO.
06 de agosto de 2015
Red star
Por qué es importante
La industria de productos azucarados enfrenta el reto de reinventarse en un mundo en que los consumidores prefieren cada vez más lo saludable.

La versión número 32 del International Sweetener Symposium que se realizó en Nuevo México fue el marco elegido por los empresarios del sector azucarero para cuestionar las recientes medidas propuestas por la Food and Drug Administration (FDA) para regular el etiquetado de los azúcares agregados. Asimismo, permitió que Sharon Bomer Lauritsen, de la United States Trade Representative, precisara que el gobierno no va aceptar pedidos de las naciones con las que se negocia el acuerdo de Asociación Trans-Pacífico, relacionados con abrir más el mercado estadounidense de azúcar.

  • En el primer caso, los empresarios cuestionaron que el gobierno esté abrumando a los consumidores con información sobre lo que comen y señalaron que las nuevas exigencias solo terminan confundiendo a los mismos, en clara referencia a las propuestas de la FDA para poner en los etiquetados los azúcares agregados. También dijeron que el mayor problema con estas exigencias es que no se basan en evidencia científica sino en emociones, por lo que se termina afectando las decisiones de compra de los consumidores en perjuicio de la industria.
  • En el segundo caso, se confirmó que no se negociará nada en el TPP que socave el programa de Azúcar de los EE.UU. que desde la perspectiva de los empresarios, tiene un mercado muy abierto y ya ha concedido acceso significativo a los mercados a 41 países en los acuerdos comerciales anteriores.

Pero quizá lo más importante de esta reunión es que también sirvió para hablar de tendencias que directa o indirectamente afectan a la industria, entre las cuales destacan las siguientes cinco:

  • La salud. Cada vez la población se preocupa más por el consumo del azúcar en el crecimiento.
  • La búsqueda del bienestar.  La población cada vez está más enfocada en tener hábitos de vida saludables y búsqueda de soluciones de bienestar y salud integral.
  • Los cambios demográficos. La presencia de cuatro generaciones que tienen diferentes actitudes y comportamientos de compra determina cambios en los patrones de consumo que se verán acentuados en los próximos años. Los Millennials son más propensos a comprar en canales distintos de los supermercados como tiendas especializadas en productos sanos. En contraste, los de mayor edad, son más propensos a comprar en un supermercado tradicional. Además, sus patrones de gasto tienen que ver con la etapa de la vida en la que se encuentran.
  • La necesidad de reinventar las rutas de navegación en las tiendas. El centro sigue siendo la parte más rentable pero hay que reorganizar la gama atendiendo por ejemplo a la mayor presencia de marcas propias en las tiendas.
  • El crecimiento del comercio electrónico y de otros canales en perjuicio de las tiendas minoristas en los próximos 10 años que recibirán menos visitas.

A la luz de estas reflexiones, los empresarios llegaron a la conclusión de que todas estas tendencias les plantean mayores desafíos y oportunidades para satisfacer mejor las necesidades de los compradores generacionales.