Las mamografías solo después de los 40

El cáncer al seno es uno de los más frecuentes. Por ejemplo, en Estados Unidos es el segundo tipo de cáncer más frecuente, luego del de próstata. En el Perú, es el tercero más frecuente. Por ello, los chequeos preventivos son recomendados. Sin embargo, un estudio reciente que revisó ocho investigaciones importantes respecto del impacto de las mamografías en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Suecia, concluyó que el uso de las mamografías para detectar el cáncer al seno es más beneficioso en el caso de mujeres entre 50 y 74 años. 

Para el caso de mujeres menores de 50 años el daño podría superar a los beneficios. La razón es muy simple: el riesgo de realizar un sobrediagnóstico es muy alto en el caso de las mujeres menores de 50 años. El sobrediagnóstico es el diagnóstico de una enfermedad que nunca causará síntomas o pondrá en riesgo la vida del paciente. Como no todos los cánceres son malignos, las mujeres menores de 50 años pueden recibir el diagnóstico de un cáncer e iniciar tratamientos como la cirugía, radiación o quimioterapia por un tumor que nunca habría puesto en riesgo su vida. A pesar de los resultados del estudio, no existe dentro de la ciencia médica un consenso. Para muchos médicos resulta incluso más importante el chequeo en pacientes más jóvenes porque a menor edad mayor es la rapidez con la que se reproduce el cáncer. Para otros, existe todavía muy poco conocimiento sobre el riesgo de los “sobrediagnósticos” en la ciencia médica y por ello recomiendan cautela. 

Para el caso de las mujeres mayores de 75 años, hay opiniones divididas. Sin embargo, la Sociedad Americana del Cáncer recomienda que se le siga aplicando el chequeo con mamógrafo a todas aquellas mujeres que tengan una esperanza de vida que se estime superior a los 10 años. 

Sin duda se trata de un tema en el que fijar una posición es muy difícil pues se debe sopesar los riesgos de la postergación de un chequeo puede conducir a una muerte penosa con la posibilidad de someterse a un tratamiento incómodo por un cáncer que no significa un riesgo mayor para la vida de la paciente. En cualquier caso, estas discusiones no se aplican para aquellas mujeres cuyas madres, hermanas o hijas hayan sufrido cáncer del seno. Para estas, un chequeo anual es un imperativo.