La oportunidad de negocio detrás de la vanidad de los latinos

Estados Unidos cuenta con una importante comunidad latinoamericana. Los latinos han estado en el centro de atención en los últimos días debido a las declaraciones del candidato presidencial Donald Trump con respecto a la inmigración proveniente de América Latina. Aún hay discrepancias en el país del norte con respecto al tema de la inmigración, las cuales esperamos que no escalen a niveles mayores.

Hay dos aspectos que conforman el centro de estas discrepancias. Por un lado, están aquellos temas referidos al trabajo. Por ejemplo, algunos estadounidenses consideran que la inmigración afecta los salarios de los trabajadores nacionales. Por otro lado, no hay consenso sobre si los hijos de inmigrantes deben ser considerados ciudadanos estadounidenses. Todos estos debates pierden sentido cuando se empieza a mirar a los hispanos en Estados Unidos desde otro punto de vista: como un mercado potencial muy atractivo y con una buena disposición a pagar por ciertos productos.

Estados Unidos cuenta con una presencia importante de hispanos, la misma que crece continuamente. Se espera que pasen de representar menos del 20% de la población estadounidense a cerca del 30% al 2060. De hecho, la segunda población más grande de hispanos se encuentra en Estados Unidos, después de México. Estos hispanos Unidos tienen un poder de compra de USD 1.5 miles de millones, 50% más del que registraban en 2010.

Las empresas que venden sus productos harían bien en tomar en cuenta el mercado de hispanos en Estados Unidos. Los hispanos son grandes compradores de ropa, así que el mercado de la moda tiene una gran oportunidad con ellos. Según un estudio reciente, los hispanoamericanos gastan un promedio de USD 370 anual en ropa más que los no hispanos. Asimismo, son más propensos a adoptar nuevas apariencias y a comprar ropa a inicio de la temporada, cuando los precios son mayores, brindando mejores márgenes a las tiendas.

De forma específica, el mercado de la ropa deportiva se beneficiaría mucho si tuviera en cuenta las particularidades del consumidor hispanoamericano. Este consumidor está dispuesto a pagar un adicional de 37% por ropa deportiva con respecto a los no hispanos, y es más propenso a comprar un nuevo conjunto cuando va a realizar una nueva actividad.

Las marcas tienen una gran oportunidad en ofrecer ahora sus productos y aprovechar el crecimiento demográfico para fidelizar a las nuevas familias que forman los hispanoamericanos. Asimismo, pueden aprovechar las tiendas móviles para ofrecer sus productos a los hispanos, ya que estos suelen utilizar estos canales más que otros y están dispuestos a pagar más que otros grupos.