Se para liberalización de referencias geográficas que afectaba al Lambrusco

Luego que los eurodiputados de varios países conocieran la existencia de un borrador de la Comisión de Agricultura de la Unión Europea que simplificaba la legislación sobre referencias geográficas, han logrado ganar una batalla para suprimir el proyecto que no contemplaba el derecho que tienen reservado las denominaciones de origen que puedan hacer referencia al origen geográfico.

Con la generalización que la Comisión pretendía hacer, según da cuenta el portal de La Rioja, un vino de mesa elaborado en Albariño podría incluir que es un Albariño y, con ello, inducir a error al consumidor. También se suprimían las menciones tradicionales como crianza, chateau o putonio que no son denominaciones de origen y si el proyecto prosperaba podrían ser usadas por cualquiera.

Uno de los casos que sirvió de argumento para evitar que el proyecto prosperara es el del Lambrusco. Cuando alguien compra una botella de Lambrusco, asume que está comprando una botella de Emilia Romaña, la zona de producción tradicional de esta bebida o variedad de vino. Entonces, si un vino de mesa italiano lo denomina Lambrusco, el consumidor se verá al menos confundido sobre el origen de la bebida.

Como se sabe, la región de Emilia Romagna tiene dos vinos emblemáticos, según La Gazzetta di Parma, sobre cuyo artículo se basa esta nota: Emilia Lambrusco y Sangiovese de Romaña, y con ellos también otro vino producido en la región, la Barbera. Para los parlamentarios italianos, el Lambrusco se ha ganado un lugar a través de la mejora de calidad, organización y promoción de la competitividad y el proyecto podría haber tenido un impacto socioeconómico perjudicial porque se trata de una expresión de esas tierras y los conocimientos con los que se trabaja la uva.

Para los eurodiputados españoles e italianos no era admisible una nueva reglamentación que al menos no se había discutido y por eso celebran haberla bloqueado con los argumentos planteados, aunque saben que esto podría constituir solo una batalla ganada en un proceso sobre el cual Bruselas podría intentar insistir. Estos han destacado que no se oponen a la simplificación, pero sí a que se liberalice sin tener en cuenta que hay nombres de las variedades de uva que están reservados para las instalaciones de producción.

Lo interesante ha sido que los eurodiputados de países como España e Italia han sabido defender la idea de que las producciones originales de sus pueblos son verdaderas obras de arte.