El lado oscuro de la empatía

Muchas veces una discusión suele terminar con la frase “no entiendes porque nunca has estado en mi lugar”. Lo que esa persona te está diciendo en otras palabras es que careces de empatía. Esta virtud se trata, como hemos hecho explícito, de tratar de caminar en los zapatos del otro, ponerse en su lugar y considerar cómo podría afectarlo algo desde su punto de vista.

La empatía, además de ser una característica de un buen amigo se ha abierto paso dentro del mercado laboral.

Henry Ford solía decir que la clave del éxito radicaba en esta virtud, sin embargo, podría estar muy equivocado. Un artículo del Harvard Business Review llamado “The Limits of Empathy” nos cuenta el lado oscuro de la empatía y cómo afecta a las personas y a su área de trabajo. El artículo recopila una serie de problemas y luego apunta a algunas posibles soluciones.

En primer lugar dice Adam Waytz, autor del artículo, la empatía es exhaustiva. Afirma que trabajos que requieren de empatía como por ejemplo médicos, enfermeras, trabajadores sociales pueden sufrir de fatiga de empatía. Esto hace que la persona no pueda ser capaz de empatizar con otra, además de sentirse estresada. Esto podría parecer poco importante, sin embargo, el autor afirma que estudios encontraron que esta “falta de carencia” puede llevar, por ejemplo, a recetar cosas incorrectas a pacientes.

Por otro lado, afirma que el exceso de empatía puede borrar los límites éticos en las personas, además de hacer que no pensemos claro. Esto se traduce en lo siguiente: la empatía puede generar un cuidado feroz por los nuestros hasta llevarnos al punto de cometer acciones incorrectas si creemos que ayudamos a alguien. Cuando eso ocurre, se antepone la necesidad de nuestro grupo cercano antes que el de afuera, por ejemplo, dedico más de mi tiempo a mi esposa que a mi madre. Sin embargo, la empatía también se agota y poco a poco empatizar con alguien me aleja de otra persona importante. En el otro caso, imaginemos que vemos a una persona hambrienta y creemos que dándole comida esto se solucionará. La empatía puede llevarnos a robar si es que creemos que haciendo esto estaremos haciéndole bien a alguien que lo necesita.

El artículo recomienda hacer cosas como pedirle a tus empleados que miren a todos como iguales sin darle más importancia a nadie, o hacer que de vez en cuando las personas se enfoquen en sí mismas. Algunas empresas incluso suspenden la cuenta de correo de aquellos trabajadores que se encuentran de vacaciones. Todo esto sea por el esfuerzo de mejorar el ambiente de trabajo y no hacer de una virtud, un martirio.