TENDENCIAS
De las ciclovías a las carreteras para bicicletas en Noruega
En una reciente nota denominada Un mundo manejado en bicicleta, compartíamos la importancia que está adquiriendo la bicicleta como medio de transporte para conectar estudiantes con escuelas y universidades, madres con centros de trabajo, vendedores con clientes, entre otros.
Pero, también destacábamos que ciudades como Lima, con una gran congestión vehicular, son complicadas para los ciclistas. Eso significa que salvo que se construyan vías especiales como ha ocurrido en distritos como Miraflores, San Isidro, San Borja o Lince, movilizarse a dos ruedas puede ser sumamente complicado.
Esto significa que en países como el nuestro, todavía estamos en el nivel de aspirar al menos a las ciclovías, y estamos bastante lejos de las carreteras para las bicicletas. Precisamente, en eso consiste un nuevo proyecto del gobierno de Noruega que tiene el propósito de cambiar este problema.
En un reciente artículo llamado “Norway Will Spend Almost USD 1 Billion on New Bike Highways” de City Lab, una sección de The Atlantic, señala que el gobierno noruego planea invertir 8 miles de millones de coronas noruegas (USD 923 millones según el artículo) en la construcción de una “carretera para bicicletas”.
Se trata de comunicar ciudades internas y suburbios en las afueras de estas con kilómetros y kilómetros de carreteras que unirían los centros urbanos con el campo que los rodea. De esta forma se permitirá que los ciclistas manejen tranquilos, dándoles la capacidad de acelerar sin el miedo de ser atropellados.
Si bien suena como una idea excelente, esta ha encontrado algunos obstáculos en su camino. Uno de ellos es que los noruegos no practican el ciclismo como lo hacen sus vecinos de otros países. En el 2010, según información del propio artículo, solo el 4% de los viajes del país fueron realizados en bicicleta, porcentaje que ya había subido a 5% en el 2014, pero seguía siendo baja si es comparada con las de sus vecinos cercanos: Dinamarca (17%) y Suecia (12%). Para solucionar esto, el gobierno planea subir las cifras entre 10 y 20% para el 2030, labor que al parecer, será ardua.
Todo parece indicar que los beneficios son mayores que los costos y el gobierno tiene el propósito de que este plan funcione porque se trata de cortar las emisiones de contaminación de Noruega a la mitad. Y es que el plan para bajar la contaminación del país no solo incluye estas carreteras sino también lograr que el 75% de los buses y el 50% de los camiones que circulan por las ciudades noruegas sean de baja emisión.
Noruega es un ejemplo para el mundo en lo que iniciativas eco amigables se refiere. Todos podríamos aprender de ellos.
Solo imaginar poder ir de Miraflores a Punta Hermosa o Punta Negra en bicicleta de manera segura sería casi un sueño.
Publicar un comentario