PERSONAS
Lampedusa: la última opción de los refugiados
Lampedusa es una isla italiana de playas paradisiacas y aguas color turquesa. Sin embargo, estas características caribeñas no son las que han hecho a Lampedusa famosa últimamente, sino más bien lo que está sucediendo ahí y también la persona que está a la cabeza de la situación. Lampedusa es ahora una de las pocas Costas europeas que dejan ingresar a refugiados, algo que nosotros, extranjeros, vemos como positivo, pero que sus propios habitantes no celebran ni apoyan con muchas ganas.
Giusy Nicolini se para todos los días mirando el horizonte esperando que no lleguen cadáveres flotando a Lampedusa, isla de la cual es alcalde. Así nos cuenta el artículo “Giusy Nicolini: governing at the world's most dangerous border” del portal OZY. En los primeros meses de este año más de 40.000 migrantes han cruzado el Mediterráneo en busca de refugio. Este inmenso número se debe a varios factores, entre ellos el aumento de la pobreza y la inestabilidad en el Cuerno de África, la crisis en Siria y que Libia ya no es una opción debido a los graves problemas que enfrenta.
Desafortunadamente, ya son cientos las personas que han muerto tratando de lograr esta hazaña. En octubre del 2013, 360 personas murieron tratando de llegar a Lampedusa y en abril del año pasado murieron 800, entre ellos, varios niños.
Desde esta perspectiva, la solución al problema parece ser sumamente sencilla, abrir las puertas de los países vecinos para refugiar a este mar de gente. Si bien esa podría ser la respuesta humanitaria inmediata, Europa y las Naciones Unidas están teniendo una actitud muy diferente respecto al tema. En Alemania, Merkel ha perdido mucha popularidad por decidir aceptar a los refugiados y en Suiza, el partido anti-migratorio se vuelve cada día más popular.
Estas circunstancias, han vuelto famosa a Nicolini porque ella ha decidido abrir sus puertas a estas personas. Sin embargo, esta acción bondadosa ha encontrado mucha oposición entre los pobladores. La gran mayoría de estos vive del turismo, aprovechando las playas mencionadas. A estas personas no les gusta la idea de que esta isla tan hermosa sea asociada con una oleada de pobreza y refugiados, dado que afectan negativamente al negocio. Por otro lado, la cantidad de personas que ha ingresado a la isla ha generado efectos negativos, según los detractores de Nicolini. El desempleo ha subido y las infraestructuras se encuentran debilitadas, debido a que la isla no está preparada para esto.
Nicolini se ha mostrado firme en sus decisiones, abogando por un cambio en la forma europea de pensar con el fin de dar una respuesta más humana frente a la crisis.
En los próximos días Nicolini tendrá una audiencia con el Parlamento Europeo, así que ya veremos si el bien común prevalece.
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