IDEAS
El desemparejamiento consciente
Cuando la famosa actriz Gyneth Paltrow anunció su divorcio del músico Chris Martin, señaló que era un “desemparejamiento consciente”. Muchos criticaron que usara esta suerte de causa sobreviniente para ocultar lo que en realidad todos sabía que había pasado en su relación: distancia por motivos laborales, la presencia de terceras personas y la actitud casi maniática de Paltrow hacia el deporte y que sus hijos ni pudieran mirar el chocolate, mientras Martin mantenía una postura más relajada respecto a la educación de sus hijos, entre otras razones.
El divorcio, como tal, es una decisión a la que ningún matrimonio quisiera llegar. Quienes se casan esperan hacerlo “para toda la vida”. Llevar adelante un divorcio supone papeleos estrés, discusiones entre la propia pareja y, si como en el caso de Paltrow, la noticia llega a los medios, la sensación de fracaso es mayor, según describe un artículo sobre el tema de Ted Talk, titulado The inconvenient truth about love — and divorce, el mismo que inspira esta nota.
De acuerdo al artículo, el divorcio tiene un costo y a diferencia de lo que cuesta económicamente un matrimonio, hay que añadir al costo emocional que se incrementa en la medida que las creencias y actitudes culturales, crean en las personas un sentimiento de culpa.
¿A qué nos referimos?
En la mayoría de las sociedades, la familia es la célula básica, por lo que, en esencia la idea es preservarla. Sin embargo, la realidad es que la “luna de miel” del matrimonio para toda la vida dura, en el mejor de los casos, los primeros dos años, para luego ser sustituida por la venida de los hijos que decida tener la pareja y muchas veces la crianza de estos cambia a los matrimonios.
Los expertos señalan que los transforman porque tener una relación es más que solo amor de pareja sino amor de familia, por lo que muchas veces las parejas tienden a negarse el divorcio “por el bien de los hijos”.
Cuidar la reputación y dar una buena imagen familiar resulta fundamental cuando hay hijos de por medio porque son los que más sufren, pero eso no debe llevar a estigmatizar el divorcio como algo negativo, sobre todo cuando no hay otra salida.
Para los autores del Ted Talk, Astro Teller y Danielle Teller, precisamente por los hijos hay que asumir el final de un matrimonio de una forma más empática y humana, porque normalmente las personas que llegan a este son extremadamente infelices, y todos tenemos derecho a ser felices.
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