El veganismo y el cambio climático

En este portal hemos tocado en otras ocasiones acerca de la tendencia creciente del veganismo, la cual para algunos es una versión más extrema y, ¿por qué no?, comprometida del vegetarianismo.

Tal como te contamos en nuestra nota, El boom de la dieta vegana, el veganismo consiste en abandonar todo tipo de alimento que provenga de un animal (sin importar la presentación).

Hay muchas razones por las que la gente se convierte al veganismo. Algunos lo hacen luego de quedar desgarrados al ver como tratan a los animales en los mataderos industriales, o en general cómo se trata a la vida animal a la hora de hacer comida. Otros, lo hacen por un tema de salud.

Sea cual sea la razón, el movimiento vegano ha crecido tremendamente en los últimos años. Los adeptos han ido recopilando toda la información y argumentos que puedan encontrar para convencer a las personas a optar por esta opción. Este es una característica importante del movimiento: es activo. Sus seguidores celebraron la difusión del informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señaló que la carne procesada en exceso aumenta a la larga la posibilidad de desarrollar cáncer.

Hoy, podrían celebrar de nuevo. Resulta que un nuevo estudio llamado “Analysis and valuation of the health and climate change cobenefits of dietary change” y publicado en el PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA) ha juntado dos temas nunca antes tocados al unísono. El estudio evalúa el impacto medioambiental que traería consigo optar por una dieta más saludable (con menos consumo de carne), y tiene datos que podrían hacer que te plantees volverte vegano.

El dato más importante es que optar por una dieta con menos carne, significaría la reducción de un 6 a 8% de las muertes causadas por la emisión de gases invernadero. Esto se debe a que cortaría las emisiones entre 29% y 70% en el año 2050.

Los autores admiten que esta tarea resultará sumamente difícil. Solo para comenzar, si se cambia a una dieta con menos carne, la producción de vegetales y fruta tendría que aumentar tremendamente. De pasarse a una dieta vegana, excluyendo todo tipo de producto animal, el aumento tendría que ser muchísimo mayor. Por otro lado, no se trata sencillamente de cambiar la dieta. El proceso puede resultar sumamente tedioso y complicado. El hecho de cambiar la forma en la que se mueve el mundo actualmente es una tarea superior a cualquiera. Sin embargo, necesaria si se quiere proteger al planeta de los propios seres humanos, habrá que empezar a pensar como prepararse para ello.