HISTORIAS
La salud en prisión
Los penales son lugares sumamente negativos y dañinos para las personas, aun cuando su propósito es corregir conductas delictivas. Además, las personas recluidas no son las únicas afectadas con su ingreso a estos establecimientos, sino también sus familias e hijos. Por eso, ha llamado la atención un reciente artículo de The Atlantic, titulado “The Prison-Health Paradox” que analiza cómo afecta a una familia que el jefe de hogar termine en prisión.
Existen incontables estudios de cómo afecta la encarcelación de un padre a sus hijos. Niños que crecen sin padre tienen mayor riesgo de depresión, ansiedad, problemas de aprendizaje y obesidad. Además, suelen estar más predispuestos a consumir drogas en el futuro, lo cual los lleva a tener menos oportunidades de trabajo, haciéndolos pobres y llevándolos a recurrir al crimen, repitiendo el círculo vicioso. Lo que pocos saben es que este cuadro resulta aun más duro cuando se trata de una familia de color.
El único aspecto que parece positivo en el sistema carcelario es el relacionado con la salud, según análisis realizados. Y es que la salud de los hombres de color parece mejorar en prisión y eso se sustenta en un menor índice de mortalidad respecto a aquellos que se encuentran fuera de la cárcel. Esto tendría que ver con el hecho que los riesgos de morir por accidentes violentos, sobredosis de drogas o alcohol, y homicidios son mucho menores dentro de la prisión que fuera de ella. Además, antes de implementar la Ley de Asistencia Asequible, era casi imposible que niños de color, pobres y sin padre obtengan cuidado de salud. Esto significa que dentro de la cárcel era la primera vez que una persona de color y pobre podía tener acceso al cuidado de la salud.
Estos resultados en ningún caso buscan sugerir que las personas de color están mejor en la cárcel y deberían buscar llegar a esta. Lo que sí pone en evidencia es que muchas personas de color viven en entornos deplorables por lo que están más seguros privados de su libertad que dentro de sus comunidades.
Para algunos, este tipo de análisis podría revelar una optica discriminatoria respecto a problemas que son compartidos por otras comunidades, ya que hay presos blancos, latinos y de color, sin embargo, sí puede resultar válida para analizar lo que significa el sistema carcelario para una familia de color.
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