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La presbicia: compensando el paso del tiempo
Con el paso del tiempo, el ser humano empieza a sentir algunas dolencias que en algunos casos se pueden convertir en enfermedades crónicas y, por eso, todo el tiempo estamos atentos a lo que podemos hacer para evitar que eso ocurra.
Reducimos el consumo de azúcar para evitar la diabetes, bajamos el consumo de calorías para combatir los problemas de obesidad, hacemos deporte para mejorar la condición física, yoga para la flexibilidad, evitamos las carnes rojas para mantener controlado el colesterol, entre otros.
Sin embargo, hay algunas condiciones o afecciones contra las que no podemos hacer nada. Una de ellas es la presbicia que no es otra cosa que la pérdida lenta y progresiva de la capacidad de acomodación del cristalino para enfocar los objetos con visión próxima y que puede ocasionar molestias. La presbicia es una condición que sobreviene con la edad. Así lo explica el profesor Santiago García Lázaro, de la Universidad de Valencia en un artículo de Infosalus denominado Presbicia: cuando el ojo se hace mayor, que inspiró la nota.
No hay régimen alimenticio, ejercicio, e incluso medicamento o vitamina que pueda evitar esa pérdida de capacidad del cristalino para captar una imagen nítida. Y es que no podemos hacer nada contra el paso del tiempo.
Para Lázaro, los métodos para vivir mejor con ella son las gafas de visión de cerca, los lentes de contacto multifocal, el láser, o, los implantes en forma de pupila artificial. En todos los casos no se llega a evitar o paliar, solo se puede lograr compensar vivir con ella.
Precisamente, Susana Marcos, la directora del Laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del CSIC, acaba de ganar un fondo de la convocatoria Proof of Concept del Consejo Europeo de Investigación para entender los mecanismos del cristalino y su fallo con la edad que hace que se desacomode y enfoque a distintas distancias. Para ello, ya cuentan con una tecnología que simula cómo verán los pacientes antes de la cirugía para corregir la presbicia, con lo cual el paciente puede tomar una decisión más informada, según señala Marcos en una entrevista donde dice “Mi sueño es devolver la capacidad de enfocar la vista a quien la haya perdido”
El eje de su investigación consiste en instalar un lente flexible diferente al que se coloca en los casos de cataratas que corrige los problemas de enfoque del cristalino a partir de la óptica adaptativa.
Ojalá que sus investigaciones resulten, Marcos pueda cumplir su sueño y nosotros podamos volver a leer las cartas de menú en los restaurantes sin tener que colocarlas a un metro de distancia para poder revisarlas.
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