Si eres buena para escribir, hazlo

Eso parece ser lo que aprendió Brittany King, redactora de The Huffington Post, cuando era niña. Sus padres le inculcaron que debía aprovechar el talento que tenía para beneficio de los demás y precisamente de eso escribe en su reciente artículo “It’s Not Enough to Recognize Your Privilege, You’ve Got to Use it”. En este, King hace una especie de llamado a todas las personas con talentos (a los cuales llama privilegiados) a que levanten su voz por aquellos que no pueden hacerlo.

King se muestra categórica cuando dice que hay que perder miedo de que otros no estén de acuerdo con uno. Puede ser difícil enfrentarse a comentarios negativos sobre lo que uno piensa, pero es importante decirlo. También advierte que el Internet permite que todo fluya libre y abiertamente, aunque bajo una realidad utópica.

Se decidió a escribir sobre este tema cuando escuchó decir a Maisie Williams, actriz de la celebrada serie Game of Thrones, que no quería dar declaraciones públicas acerca de su opinión respecto a cómo tratan a los personajes femeninos de la serie, por miedo a la opinión pública.

King señala que si Williams hablara sus palabras tendrían un impacto tremendo en mucha gente y podría inspirar a muchas personas.

También reconoce que como Williams hay muchas personas que tienen talentos especiales para hablar, escribir, cantar, y que todos ellos deberían usar esos dones que poseen para ayudar a más personas. Por ejemplo, cita el caso del activista sudafricano Desmond Tutu que alguna vez ha señalado que “si eliges ser neutral en situaciones de injusticia, haz elegido el lado del opresor”.

El llamado es a usar los talentos con los que cada persona nace no para guardarlos y sentirnos satisfechos de tenerlos sino para contribuir a que el mundo sea mejor para los niños, las mujeres, los pobres, los animales, y en general para todos. Eso solo se puede lograr comprometiéndose con las causas, tratando de buscar soluciones a los problemas, pero también hablando por ellas, por quienes viven afectados por los conflictos y las guerras.

Más aun cuando se tiene un lugar privilegiado desde donde hablar, desde donde defender esas causas. Cuando eso ocurres es imperdonable que no se aproveche para alzar esa voz que no todos pueden alzar y decir las cosas que mucha gente tiene miedo de decir en voz alta y con claridad.

Para eso sirven los talentos, para ponerlos al servicio de los demás.