PERSONAS
Procrastinación y originalidad
Procrastinar es la acción de postergar las cosas que se deben hacer. Los procrastinadores son aquellas personas que cuando se les asigna un trabajo, no se ponen a hacerlo inmediatamente, ni tampoco dentro de unas horas, ni quizás ese mismo día. Ante los ojos de muchas personas, estos sujetos no son más que holgazanes que se pasan la vida esperando al último minuto para hacer las cosas.
Si bien esto es hasta cierta medida verdad, los procrastinadores suelen ser, también, las personas más creativas. Además, suelen tener un proceso creativo diferente al resto de los mortales y ser más cuidadosos e inteligentes antes de tomar una decisión riesgosa. A esta conclusión llega Adam Grant, en su discurso para Ted llamado “Can Slowing Down Help You Be More Creative?”.
En este, Grant afirma ser un pre-crastinador, en pocas palabras, esto es lo contrario a un procrastinador. Esto significa, aquel que hace el trabajo la noche del día en que lo dejaron y no descansa hasta terminarlo. Sin embargo, Grant afirma que por ser así se perdió una gran oportunidad de invertir en una empresa valorizada actualmente en mil millones de dólares.
Si bien defiende la validez de sus razones para no invertir: los estudiantes que formaron la empresa estaban más preparados para que la empresa falle, que para hacerla funcionar, ya que a 6 días del lanzamiento no habían creado la página web, que era en lo que se basaba todo el negocio.
La diferencia entre Grant y sus amigos estudiantes, fue que mientras este creía que estos perdían tiempo, los alumnos estaban imaginando y pensando formas de mejorar las ideas que ya tenían, gracias a lo cual hoy su empresa vale una enorme cantidad de dinero.
No obstante ello, Grant cree que el mejor grupo es el de los “originales”, las personas que son la medida perfecta entre pro-crastinadores y pre-crastinadores.
Esas personas no hacen lo que deben hacer inmediatamente porque se dedican a imaginar y pensar la mejor forma de hacer las cosas. En este grupo caen personas como Martin Luther King Jr., el cual escribió su famosa frase “Tengo un sueño” luego de revisar su discurso; o Elon Musk, el CEO de Tesla, el cual sabía que los primeros lanzamientos de su línea de cohetes espaciales reusables ni siquiera saldrían de orbita, pero “no tratar era peor que saber el resultado”.
Y es que esa es otra característica de los originales, tienen tanto miedo como cualquiera de fracasar, pero esto no detiene su accionar.
Así que, lo que hay que buscar es el equilibrio de los originales.
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