Los atributos de un doctor decente

¿Qué es lo que hace a un doctor bueno? ¿Hay diferencia entre doctores? ¿No ofrecen todos lo mismo? Si bien una forma de diferenciar entre doctores podría ser su experiencia y conocimiento, hay factores más importantes que distinguen a un médico de otro para los pacientes.

Precisamente, de eso trata  un artículo de Quartz denominado “How to find an ethical doctor in India”, sobre el cual se basa esta nota, qué pone énfasis en las cualidades que debe tener un médico al que confiamos nuestra salud.

De acuerdo al artículo, hay tres atributos que caracterizan a un buen médico: paciencia y empatía para explicar al paciente el diagnóstico, entereza para decir la verdad y capacidad de reconocer que no sabe sobre algo y que es necesario buscar la opinión de un especialista.

Paciencia y empatía para explicar al paciente el diagnóstico. La mayoría de los médicos, sobre todo los de la seguridad social, tienen largas colas de pacientes que esperan para ser atendidos, por lo que les dedica poco tiempo a cada uno, y muy a menudo sugieren las soluciones más extremas e invasivas, privilegiando la rapidez de los efectos. Un buen médico se concentra en la individualidad de cada paciente, y le dedica el tiempo necesario para explicarle lo que tiene.

Honestidad para dar el diganóstico. Por más duro que este pueda ser, es fundamental para los pacientes, conocer cuál es la dimensión del problema, las alternativas existentes, pero también los riesgos de estas y sus efectos secundarios. Esto permite que los pacientes, o los familiares de este si fuese el caso, tomen la decisión de realizar procedimientos invasivos u optar por mejorar la calidad de vida del familiar. La capacidad de decir claramente cuál es la situación puede hacer la diferencia de generar más o menos sufrimiento.

Capacidad para aceptar el desconocimiento sobre alguna enfermedad. Una de las cosas que puede complicar cualquier enfermedad, es que los médicos las traten sin haberla diagnosticado bien previamente. Esto no solo no ayudará a mejorar la situación del paciente sino que hasta puede terminar agravando su condición. Lo mejor que puede hacer un médico que no puede hacer un diagnóstico es derivar al paciente a un especialista y reconocer que no logra dar con la dolencia. El ego profesional de los médicos muchas veces hace difícil que acepten públicamente que no tienen experiencia sobre algo, y que tienen más dudas que certezas. Sin embargo, un buen médico lo hace y recomienda a su paciente buscar la opinión de un especialista.

Los especialistas normalmente plantean soluciones progresivas, para que el paciente pueda sopesar cuál es la que más conviene a su propia realidad personal. Además, muchas de estas pueden ser complementadas con tratamientos alternativos.

Así que la próxima vez que tenga que enfrentarse con algún problema de salud, busca estas cualidades en el médico que te atiende y si no las encuestras, será mejor que cambies de médico.