TENDENCIAS
¿Champiñones GMO?
¿Qué es lo que hace que algo califique como modificado genéticamente?, ¿Cualquier clase de cambio?, ¿Agregar algo o quitarlo?
Todas estas son preguntas que técnicamente deberían ser respondidas por el regulador si se quiere formar una base para juzgar los alimentos modificados. Y es que hasta ahora los fundamentos para juzgar qué merece ser monitoreado y qué no en este tema no se basan en premisas científicas, según señala el artículo de NPR denominado “Will Genetically 'Edited' Food Be Regulated? The Case Of The Mushroom”.
Las preguntas han vuelto a estar en plena vigencia luego que el investigador de la Penn State University, Yinong Yang, modificara un champiñón. Para lograrlo, usó una famosa y popular herramienta utilizada por científicos e investigadores para modificar los genes dentro de alimentos llamada CRISPR/Cas9. Yang extrajo un pequeño pedazo del ADN de un gen específico del champiñón, logrando de esta manera que el alimento deje de producir una enzima que hacía que se oscurezca rápidamente.
Algo similar a lo que se ha hecho en los casos de las manzanas y las papas. Sin embargo, en esos casos se tomó la decisión de regularlos y en este no.
Quienes están de acuerdo que el champiñón no sea regulado indican que a las papas y manzanas se les quitó algo, pero también se añadió otras cosas para el producto final no cambiara tanto, cosa que no ha ocurrido en esta ocasión.
Lo cierto es que es la primera vez que el ente regulador de estos alimentos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (o USDA por sus siglas en inglés), no monitoreará un producto modificado por la herramienta CRISPR, tal como se lo hicieron saber por medio de una carta a Yang, en respuesta a una consulta de este preguntando si regularían el champiñón.
La decisión de la USDA está siendo cuestionada por personas como Gregory Jaffe, del Center of Science in the Public Interest, quien ha manifestado que esto muestra los huecos en el sistema de regulación. Para Jaffe esta negativa a regular el champiñón evidencia que el sistema no tiene bases científicas, sino que la decisión se mide según los efectos que causa o podría causar. Esto quiere decir que se regulan aquellos productos que podrían afectar a las variedades convencionales, pero no existiría una base científica para la regulación.
Esta decisión y los cuestionamientos a la misma son ilustrativos de lo que en algún momento tocará discutir en muchos de nuestros países.
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