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Mejores baterías gracias a los champiñones

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EVENTUALMENTE, LOS HONGOS PODRÍAN SUMINISTRAR ENERGÍA INCLUSO A NUESTROS AUTOMÓVILES.
23 de noviembre de 2015
Red star
Por qué es importante
Los hongos pueden hacer mejor el trabajo que el grafito en las baterías, cuidando el medio ambiente al mismo tiempo.

La ciencia busca formas de obtener el máximo rendimiento de las baterías que alimentan los dispositivos que forman parte de nuestra vida moderna. En la actualidad nos enfrentamos a que la duración de la batería de nuestro smartphone es, por lo general, insuficiente (por más que apaguemos el GPS o el Bluetooth). Al respecto, ya hay algunos avances en lo que se refiere a la mejora del rendimiento de las baterías actuales de iones de litio (Li-Ion) usando nanocristales de pirita u “oro de los tontos”, tal como vimos en un artículo anterior.

A propósito de las baterías de Li-Ion que alimentan a nuestros dispositivos, sus ánodos están hechos generalmente de grafito, un material cuya producción es cara. Por otro lado, con el paso del tiempo, el grafito se degrada por daño eléctrico y genera desperdicio tóxico. Entonces, ¿cómo se podría solucionar el problema del rendimiento de las baterías y al mismo tiempo preservar el medio ambiente? La respuesta podría estar en un ser vivo macroscópico que no es animal ni planta: el hongo basidiomiceto Agaricus bisporus.

Tú ya conoces a ese hongo: es el champiñón de tu pizza y el portobello de tu parrilla. Efectivamente, ambos hongos son en realidad la misma especie en distintas etapas de madurez. ¿Cómo podría el champiñón tener la clave para desarrollar mejores baterías? Según un estudio publicado en Scientific Reports, la estructura molecular de estos hongos es lo suficientemente robusta para almacenar energía y lo suficientemente porosa para transmitir energía de forma eficiente. El equipo investigador ya desarrolló el primer ánodo fúngico, elaborado a partir de la piel de portobello tratada con calor. Eventualmente, los hongos podrían suministrar energía incluso a nuestros automóviles.

A diferencia del grafito, la alta concentración de sal de potasio (KCl, cloruro de potasio) en la piel del hongo le permite mejorar su capacidad con el tiempo. Es decir, la batería de un smartphone podría durar más con el paso del tiempo, a diferencia de lo que ocurre actualmente. Otra ventaja del hongo con respecto al grafito es que es biodegradable, una propiedad muy necesaria si lo que buscamos es asegurar un futuro sostenible. Considerando la evolución de la electrónica de consumo tradicional, según un artículo publicado en UCR Today, al 2020 serían necesarias 900 mil toneladas de grafito para producir ánodos. Los hongos pueden hacer mejor el trabajo que el grafito en las baterías, cuidando el medio ambiente al mismo tiempo.