La tecnología en los alimentos

Un reciente artículo de Food Business News, titulado Transparency critical for the future of food, destaca los alcances de las discusiones llevadas a cabo en el marco de la Future Food Tech que se realizó del 22 al 23 de marzo en la ciudad de San Francisco.

En dicha cita, empresarios, proveedores, fabricantes e inversores discutieron los conceptos más avanzados que vinculan a la alimentación y la tecnología, entre los que destacaron los filetes a partir de células madre o el suero de leche que no es de leche, entre otros.

Y es que el desafío de las nuevas generaciones es cómo alimentar de forma sostenible a una población mundial en crecimiento, por lo que el uso de la tecnología es inminente, pero muchos de los consumidores no están listos para lo que viene y menos aun para la idea de asociar en una misma oración ciencia con alimentación por lo que todos coincidieron que el tema de la transparencia es lo que debe ser transversal a todos los esfuerzos que se impulsen.

Los consumidores deben recibir información sobre todo lo que comen y es probable que cada vez sientan la necesidad de buscar más información y las empresas no deben en ningún caso asumirlos como desinteresados.

Según los expertos, las empresas que asuman que explicar que están usando tecnologías complicadas para elaborar sus productos puede ser demasiado complicado de explicar a sus consumidores y no lo hacen, se arriesgan a perder a sus consumidores para siempre porque perderán su confianza.

Para los consumidores de cualquier parte del mundo su salud es lo más importante y siempre van a querer saber si hay alguna posibilidad de que a corto, mediano o largo plazo, consumir algún tipo de producto puede tener algún efecto. La decisión siempre tiene que estar en sus manos.

La transparencia será el sello distintivo que garantizará la permanencia de un producto en el mercado, incluso si el producto es intensivo en el uso de tecnología o 100% químico.

Esto explica que muchas empresas estén impulsando campañas para recuperan la confianza de sus consumidores, explicitando con detalle el contenido de sus productos llegando incluso a detallar sus lugares de origen para volver ganar ese voto de confianza.

Así que, sin importar si ofrecemos una parrillada con carne que no es carne, embutidos que en realidad son veganos o yogures que no tienen nada de lácteos, lo que verdaderamente quieren saber los consumidores es lo que contienen.