Logo oe

El Instagram transforma la industria del modelaje

Larger model
Arrow red
Cara Delevingne, Karlie Kloss y Joan Smalls tienen 13 millones, 2.4 millones y 982 mil seguidores en Instagram, respectivamente.
02 de junio de 2015
Red star
Por qué es importante
El rol de las modelos ya trasciende las pasarelas: las empresas las quieren como embajadoras de sus marcas.

Las redes sociales han propiciado que el negocio del modelaje inicie un proceso de transformación. 

Hasta hace algunos años, los portafolios de modelos de pasarela, además de fotos, incluían información sobre medidas como la altura, los centímetros de busto, cintura o cadera o la talla de zapatos de la modelo. Hoy, estos portafolios incluyen otras cifras que han adquirido una importancia inusual en el mercado del modelaje: el número de seguidores de la modelo en las distintas redes sociales.

En su edición de setiembre pasado, la revista American Vogue llamó “Instagirls” a las modelos que han sabido combinar su atractivo físico con una gran base de seguidores, como es el caso de Cara Delevingne, Karlie Kloss y Joan Smalls, quienes tienen 13 millones, 2.4 millones y 982 mil seguidores en Instagram, respectivamente.

Si bien el número de seguidores de una modelo no ha reemplazado al look como variable determinante para una contratación, para dos candidatas igual de bellas, los agentes suelen preferir a aquella con más seguidores en las redes sociales.

La razón detrás de esta preferencia es muy simple: los seguidores en las redes sociales se pueden monetizar. Por ejemplo, si una empresa desea contratar a Cara Delevingne para una campaña publicitaria, no solo debe cotizar los honorarios de Delevingne sino también el acceso a los 13 millones de seguidores con que cuenta la modelo. ¿Y por qué habría de pagar una empresa por los seguidores de una modelo? En sentido estricto, esto no sería necesario si es que el trabajo de la modelo para la empresa se limitara a la pasarela o a la producción del material para una campaña publicitaria. Sin embargo, cada vez más, las empresas esperan que las modelos se conviertan en “embajadoras activas” de sus campañas y que, como parte de este rol, anuncien, compartan y promuevan las campañas de la empresa bajo todos los canales sociales personales de los que dispongan. 

Es precisamente este rol extendido de las modelos el que les permite “monetizar” sus caudal de seguidores. La posibilidad de generar más ingresos para las cuentas bancarias es una buena noticia para las modelos y sus representantes. Sin embargo, esta oportunidad está también asociada con una gran presión a las modelos para que hagan más pública su vida y se conviertan en celebridades. Esta presión es incluso mayor considerando que han sido las mismas redes sociales las que han reducido dramáticamente los costos de reclutamiento de talento joven. Actualmente, las empresas ya usan Instragram para reclutar talento joven que desea incursionar en el modelaje.