IDEAS
Los robots y su contacto con el mundo real
Medio en broma, medio en serio, se ha llegado a la conclusión que los coches autónomos no deben mezclarse con los autos convencionales porque los seres humanos son impredecibles en las vías y provocan miles de accidentes. En cambio, a la luz de las estadísticas de los coches autónomos hasta ahora hay solo un accidente en el transcurso de 6 años.
No obstante, el futuro es que los algoritmos con los que hacen los robots los preparen para desenvolverse en el mundo real y puedan coexistir con los seres humanos.
Eso es lo que plantea el artículo de The Atlantic, “Robots That Act Differently When You’re Around”, que señala que por ahora nuestros millones de pequeños gestos interiorizados y acciones comunes son un problema para la inteligencia artificial.
Por eso, desarrollarla es complicado y cuesta dinero, porque tiene que tomar en cuenta una serie de detalles, entre los que están, cómo ir hacia adelante o hacia atrás; qué hacer si un carro para frente a nosotros abruptamente; qué hacer si un carro no usa las luces direccionales; qué hacer en caso un peatón cruce intempestivamente, entre otras acciones que se realizan mientras se conduce un automóvil
Los científicos están apostando a que los robots deben adaptarse a la presencia de los seres humanos y viceversa, porque eso ayudará a que la memoria de los primeros acumule información de experiencias y pueda realizar conjeturas que luego aplicará a sus movimientos.
Esto es posible porque los robots se basan en modelos sobre cómo actúan las personas en su entorno y esos modelos se construyen a partir de la observación de la conducta humana, donde se manifiestan medidas para evitar colisiones, frenazos intempestivos, entre otros.
En pocas palabras, se trata de que el robot tome lecciones de conducción, a partir de observaciones concretas: los humanos aceleran cuando hay más espacio entre vehículos.
Ese es el futuro de la inteligencia artificial, que se logre un mayor nivel de sofisticación para que los robots adviertan ciertas conductas de los seres humanos y las incorporen en su memoria. Los responsables de los coches automáticos están lográndolo exponiendo a estos vehículos a mayores condiciones de cotidianeidad, lo que está permitiendo que internalicen ciertas acciones humanas, como que cuando dejas mucho espacio entre tu auto y el que va delante, el de atrás de sobre pasa. Como consecuencia, dejan más espacio para que los apurados los pasen.
Ejemplos como estos ilustran lo que se viene en inteligencia artificial, y quizá lleguen a percatarse que hay un conductor que está chateando mientras maneja.
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